CENTRO DE ALTO RENDIMIENTO DE HUARINA, UN ELEFANTE BLANCO
Pasaron cinco años y el centro deportivo construido con financiamiento del programa Bolivia cambia, Evo cumple, está en total abandono. Sus paredes están corroídas por la humedad. Algunos vidrios de las ventanas están quebrados. La cancha de fútbol y la pista atlética se pierden entre la paja brava y las hierbas de la zona altiplánica, según Página Siete.
El Centro de Alto Rendimiento de Huarina es el primero en la zona altiplánica, cuenta con una extensión de casi tres hectáreas con cuatro inmuebles (uno de cinco pisos; los otros de cuatro, tres y dos pisos) para albergar a 400 personas. Cuenta con un comedor, una sala de reunión, pista atlética y una cancha de césped natural, con graderías para cerca de 5.000 personas.
La obra, que fue ejecutada con la visión de dar acogida a atletas nacionales como a internacionales para su preparación y entrenamiento en altura, no tuvo éxito. La infraestructura de 48 habitaciones sólo hospeda al personal de la empresa que construye la doble vía Huarina-Tiquina.
“Los primeros años llegaron algunos atletas, dieron unas cuantas vueltas a la pista, pero nunca más volvieron. Vinieron algunos estudiantes a prepararse para los Juegos Plurinacionales, nada más. Es triste para nosotros porque teníamos la esperanza de que sería un éxito, así había pensado el hermano David (Choquehuanca)”, dijo un comunario.
En el predio de dos pisos del Centro de Alto Rendimiento funciona una escuela de chefs. “Ahí los jóvenes aprenden a cocinar”, dijo David Choquehuanca, excanciller y secretario del ALBA-TCP.
El centro también recibe la “visita” de ganado bovino, de propiedad de los comunarios, que comen el pasto y la paja brava que crece en la cancha de fútbol. “Traen sus vacas para que coman el pasto crecido. Esa es una solución para que no crezca mucho el pasto”, relató otro comunario.
Sólo dos personas se encargan de la administración y el cuidado del Centro de Alto Rendimiento. Rolando de la Cruz, de profesión profesor, es el administrador. Don Rafael que es el portero, quien no tiene ítem. Su salario es pagado por la empresa constructora que alquila los cuartos del Centro de Alto Rendimiento.
Algunos pobladores consideran que el principal factor del abandono del centro deportivo “es la poca importancia” de sus propios paisanos.
El descuido de la cancha de césped impidió que equipos de la primera y segunda división de fútbol se queden a entrenar. “Una vez vino todo un plantel, pero vieron la cancha y se fueron. ‘Está mal la cancha, así no se puede entrenar’, nos indicaron”, contó uno de los pobladores, quien espera que el Gobierno los apoye otorgando ítems para la contratación de un encargado de limpieza y obreros para el mantenimiento del predio de más de tres hectáreas.
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