MADRE DENUNCIA QUE BOA OLVIDÓ A SUS HIJAS EN UN TRASBORDO DESDE BRASIL A BOLIVIA

Los reclamos hacia la aerolinea Boliviana de Aviación (BOA) continúan. Tras la polémica generada por la pérdida del gato Tito, que hasta el momento no aparece, esta vez el incidente se registró con dos niñas de siete y seis años que viajaban solas, quienes fueron “olvidadas” en el aeropuerto de Santa Cruz durante el trasbordo de un vuelo que salió desde Sao Paulo-Brasil con rumbo a La Paz-Bolivia.

“Partieron de allá (Sao Paulo) al medio día y tenían una conexión con Santa Cruz, iba a tardar sólo una hora (de espera) como a la ida, y tenían que llegar aquí (a La Paz) a las 5 y 30 (pm); pero cuando ya era hora de que lleguen decían que el vuelo iba a llegar a las 6 (pm), estuvimos esperando, llegó el vuelo y bajó un montón de personas y nadie más salía, pregunté y lo único que me dijo el señor de la puerta es que ya no había nadie más en el vuelo”, relató Nicole Valcárcel Lovera, madre de las niñas.

Dijo que compró los boletos de ida y vuelta en octubre de este año. Es así que las niñas viajaron el 9 de diciembre a visitar a su abuela y su regreso fue el 22 de diciembre, sin embargo, Nicole nunca se imaginó que sería una experiencia negativa pues tuvo que pasar el susto de no saber dónde estaban sus hijas durante horas, pues cuando el avión arribó, ellas no llegaron.

Alarmada por la situación, preguntó en ventanilla, pero nadie sabía nada; pero lo que más la indigna es la falta de interés del personal para ayudarle a averiguar qué pasó con sus hijas. “Me asusté mucho, además yo no sabía si estaban en Santa Cruz o Sao Paulo, fui corriendo a ventanilla y tampoco me dijeron nada, no tenían idea”. Todo eso pasaba mientras sus otros dos niños, solos, aguardaban a que su madre consiga una respuesta.

Nicole indicó que finalmente en ventanilla le aseguraron que sus hijas venían en otro vuelo, no obstante, ella tenía los boletos impresos, por lo que no se dejó convencer, entonces recién el personal reconoció el retraso debido a un supuesto problema con Migración.

“Para mí, lo que ha pasado es que se han olvidado en Santa Cruz, de esa manera no han subido al avión y las han mandado en el primer vuelo que había después de éste”, dijo Nicole.

Las niñas tuvieron que esperar tres horas en el aeropuerto de Santa Cruz mientras su madre se desesperaba por encontrar una respuesta sobre su ubicación. Las menores de edad incluso tenían que credenciales realizadas por su madre en las que señalaban sus datos personales, el número de vuelo, asientos, horarios e incluso tres números de contacto de La Paz y Sao Paulo por si ocurría algún incidente, sin embargo, nunca nadie la llamó para informarle el incidente.

Las niñas de siete y seis años llegaron a La Paz varias horas más tarde y una de ellas bajó con un médico al lado, “estaba súper pálida, estaba blanca, había vomitado y me dijeron que necesitaba oxígeno”, contó la madre.

Otro de los inconvenientes fue con los equipajes, pues las dos maletas grandes con las que viajaban las niñas no estaban y el personal de BOA se limitó a decir que sólo viajaban con equipaje de mano. Así que ella tuvo que ir a buscarlas personalmente hasta encontrarlas.

Nicole, con la indignación y la rabia, intentó realizar un reclamo en las oficinas de la ATT del aeropuerto de El Alto, sin embargo, no quisieron recepcionarlo y sólo le dieron un panfleto, por lo que al otro día tuvo que ir a las oficinas de la ciudad de La Paz para presentar su queja.

Posteriormente, recibió una llamada de la gerente de BOA para disculparse, sin embargo, dicha disculpa, según Nicole, más parecía una justificación con argumentos irreales.

“No me ha gustado para nada su llamada, yo hubiera preferido que no se disculpe, me repitió que ella era la gerente (…) Me dijo: ‘le hemos cambiado el vuelvo a sus hijas por su comodidad, para que ellas vayan más tranquilas y estén en un mejor asiento’, ni siquiera asumieron su culpa y me dice: ‘yo personalmente he estado pendiente de ellas y cuidándolas en el aeropuerto’, como si yo le creyera que la gerente ha sido su niñera mientras estaban esperando tres horas en el aeropuerto de Santa Cruz”, lamentó.

Nicole indica que antes de enviar a sus hijas solas en un viaje preguntó a la empresa estatal sobre el tema de la seguridad y le aseguraron un excelente servicio, sin embargo, aquello no fue lo que esperaba, razón por la cual, nunca más piensa repetir el hecho.

“El servicio es pésimo, la verdad que si yo hubiera sabido antes lo del gato (Tito) nunca las hubiese mandado. Ha sido una experiencia muy fea”, concluyó.

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