MADRE DEL MÉDICO JHIERY FERNÁNDEZ IMPLORA DE RODILLAS: “¡SEÑOR MINISTRO ARCE, PIDO JUSTICIA PARA MI HIJO, PARA MI HIJO LIBERTAD, LIBERTAD!”

“¡Señor ministro Arce, pido justicia para mi hijo, para mi hijo libertad, libertad!”. Así Norma Sumi, la madre del médico Jhiery Fernández, rogó por su hijo de rodillas ante el edificio del Ministerio de Justicia, en medio de una tumultuosa movilización que pedía libertad.

Sumi encabezó la movilización de “mandiles blancos” en la que trabajadores en salud y médicos se manifestaron contra la administración de justicia, y exigieron la liberación de Fernández.

Frente al edificio gubernamental, ubicado en el Prado de La Paz, Sumi tomó la palabra mediante un altavoz y, entre incontenibles sollozos, se dirigió al ministro Héctor Arce para pedirle que se haga justicia para su hijo. Le pidió empatía con su situación, puesto que también es padre de familia.

Por la emotividad del momento, la madre estuvo visiblemente al borde del colapso, mientras sus acompañantes le daban una botella de agua para beber y regresar a la tranquilidad.

Pero la madre del médico insistió en su pedido y se puso de rodillas y, con las manos hacia el cielo, exclamó que Jhiery es inocente y reiteró el ruego al Ministro de Justicia.

La “marcha de los mandiles blancos” recorrió La Paz. Los colegas de Fernández gritaron consignas contra los fiscales y administradores de justicia, además de exigir que salga de la cárcel.

En la calle Potosí, los marchistas lanzaron huevos al edificio de la Fiscalía para expresar su indignación con el caso. “Fiscales y jueces directo a Chonchocoro”, gritaron.

El padre del médico, Félix Fernández, reiteró que la justicia condenó a su hijo a 20 años de cárcel sin prueba alguna. Manifestó que la solidaridad de la ciudadanía ha fortificado su lucha.

Jhiery Fernández fue acusado por la Fiscalía de violación al bebé Alexander en 2014 y luego fue condenado a 20 años de cárcel por el Tribunal 10º de Sentencia. Sin embargo, recientemente se conoció un audio en que la jueza Patricia Petrona Pacajes admitió que era inocente y que hubo presión para sentenciarlo.