POLICÍA CONFIRMA USO DE FRANCOTIRADORES Y ARMAS DE GUERRA EN ASESINATO DE EFECTIVOS EN LLALLAGUA TRAS INVESTIGACIÓN

Transcurridos siete días de los hechos violentos en Llallagua, en Potosí, que derivaron en la muerte de efectivos de la Policía Boliviana, las investigaciones confirmaron la operación de cuatro francotiradores y el uso de “armas de guerra”.

Walter Sossa, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en conferencia de prensa, brindó detalles sobre cómo sucedieron los hechos que llenaron de luto a la familia policial, al municipio potosino y a los familiares de los uniformados.

Sossa manifestó que se identificaron cuatro lugares donde los movilizados construyeron trincheras para que no sean vistos, pero también para tener el control de todo el lugar.

Señaló que se trató de lugares estratégicos, desde los cuales podían controlar el ingreso y movimiento de las personas, en este caso del contingente policial. Precisamente desde el cuarto punto le dispararon al teniente Jorge Barroso, a una distancia de 200 metros.

Indicó que se utilizaron fusiles de alto poder, “armas de guerra” para causar bajas entre los efectivos del orden.

“Hemos encontrado en el cuarto punto, hemos podido evidenciar que tenían armas de grueso calibre y la colección de una vaina servida calibre 762, por su puesto es un calibre de alto poder, que ha causado la muerte del teniente Barroso”, señaló la autoridad de la FELCC.

El jefe policial concluyó que hubo “mucha crueldad” en el asesinato de los policías, pues otros fueron golpeados hasta perder la vida, otros que fueron heridos y también encerrados.

“Hay una silueta (de donde se levantó el cuerpo de un policía, donde a pedradas victimaron a un oficial, eso deja ver la crueldad de estas personas”, mencionó Sossa.

Reiteró que se arrestaron a 143 personas, de las cuales ocho fueron puestas ante la justicia, y cinco recibieron detención preventiva, dos que son menores de edad, un trato especial, y uno se fue con detención domiciliaria.

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