“NADIE ME QUIERE AYUDAR”, DIJO DECEPCIONADO, TOMÓ SUS MALETAS Y SE FUE A ESTADOS UNIDOS.

No ha cumplido todavía los 20 años. Pero está cansado. Desde que David Ninavia decide dejar el pueblo de Llallagua, donde sencillamente empieza a correr, nunca ha sentido tanta desilusión. “Nadie me quiere ayudar”, se aflige.

Su entrenadora lo veía venir. “En el Mundial de atletismo de Cali-Colombia (en agosto de 2022), entrenadores de Estados Unidos y Puerto Rico vieron su calidad y lo perseguían para ofrecerle becas con viáticos de 800 dólares mensuales y llevárselo”, explica Coca. Su voz se quiebra.

“No puede hacer más. Al Comité Olímpico Boliviano le dije tanto que lo ayude porque él tiene buenos registros, por sus medallas de oro, pero no me hicieron caso. Sólo la Gobernación de Oruro nos ha ayudado a crecer desde abajo, esa es la ayuda más importante”, explica Coca, con resignación. “Lastimosamente, nos ha ganado Estado Unidos”.

Ninavia es campeón sudamericano en los 5.000 metros planos de la categoría U23 y tiene en su vitrina la medalla de plata en los 1.500 en los Juegos Bolivarianos de Valledupar.

El muchacho de constitución física delgada y animoso se reconoce con aptitudes para continuar y un día de diciembre de 2022 aparece, modesto y silencioso, en la cuna del atletismo.

“Está feliz. Se fue en busca de mejores condiciones y entrenamientos y ahí también puede acceder a un estudio académico”, cuenta Miguel, hermano mayor del atleta.

Miguel también está alegre. Él más que nadie sabe de los anhelos de David. “Empezó poco a poco y él tiene el sueño de llegar a un Juego Olímpico. En Bolivia no tenemos ni una pista olímpica que esté en óptimas condiciones para correr”, protesta.

Por eso, cuando su “hermanito” le pidió un consejo, no hubo vacilación: “¡Tienes que irte!”.

El atleta está ahora en Orlando, donde aprende inglés en la California Baptist University. “Esa fue sólo una universidad que lo buscó, otras cuatro también le ofrecieron becas”, revela Miguel. La primera meta de David Ninavia es vencer el idioma y después emprender una carrera. “Luego decidirá qué estudiará. Tiene que estudiar algo ligado a la educación física, al atletismo”, propone Coca.

Acostumbrado a correr junto a sus hermanos, en el altiplano, David está de pronto achicado por la grandiosidad de la ciudad con atracciones turísticas de interés infantil y juvenil. “Se fue el domingo y llegó el lunes a Orlando. Lo recibió un amigo boliviano”, detalla Miguel. “Tiene mayor calidad en su entrenamiento. No logré ver el contrato. Tengo entendido que su beca es por cuatro años. Cuando hablamos, siempre me dice que está bien”.

Cohibido, casi asustado y con las frases justas, David está ante un Goliat. Apenas hace dos años, en su Ayllu Chullpa, planeaba ponerse el uniforme de conscripto. “Después de salir del colegio, en 2020, quería ir al cuartel, pero le sugerí que no, que perdería el tiempo”. En dos años, el joven Ninavia sólo ha apilado logros. “Le dejamos que dos años se dedique a eso. Queríamos que se entrene y que estudie y se dio el viaje. Estamos contentos por él”, dice Miguel, a nombre de sus padres.

Y no se han equivocado. “Soy el boliviano más rápido en los 1.500 metros. Sé que mucha gente de mi país puede correr mucho mejor, sólo hay que echarle ganas, tener disciplina y entrenar muy duro”, dijo Ninavia en julio del año pasado, luego de colgarse la medalla de plata en los Juegos Bolivarianos de Valledupar. Todo un logro. “Todo esfuerzo tiene su recompensa”.

En su tierra es reconocido como el “Hijo Predilecto” del Municipio de Llallagua, como un homenaje a la medalla de oro y la otra de bronce logradas en el Campeonato Sudamericano de Atletismo U20, en Lima, Perú.

Ninavia guarda el trofeo sudamericano en la prueba de los 5.000 metros planos y la medalla de bronce en los 3.000 metros planos. En ambas pruebas impuso nuevos récords nacionales de la categoría U20.

Ahora busca un sueño. “Se dedica a entrenarse. Mi hermano no es mucho de hablar”, aclara Miguel, con conocimiento de causa. Pertenece a la casta de excelentes fondistas bolivianos. Es el atleta con mayor proyección en el país. Con sólo 19 años impuso su temple en varias pruebas en el exterior.

“Estoy perdiendo atletas”

La familia Ninavia trabaja en el campo, es agricultora y cría animales. “Él no tiene recursos económicos y no tuvo el suficiente apoyo de los empresarios y el Gobierno en el país, por eso me dijo: ‘Aquí no podré ni estudiar. Tú dices que me ayudarás en el estudio, no creo, profe. Ni a Héctor Garibay, que es el mejor, le ayudan, ¡me voy!’”, recuerda la entrenadora Coca, quien acoge al fondista desde hace dos años. Él se une a “Pie de viento”, la agrupación que entrena a los mejores fondistas y marchistas del país, para “ser un ganador”. Sigue el camino de Héctor Garibay y Vidal Basco. El grupo es entrenado por Coca y su esposo Marcelo Peñaranda.

“Como él es un deportista de alto rendimiento, necesita sobrealimentarse. Yo le puedo dar lo necesario, pero él necesita mucho más de lo que le podemos dar gracias a la Gobernación de Oruro. Nadie me entiende, pero es cierto. Él necesita mejores condiciones”, reconoce Coca.

Con la bandera boliviana

El potosino Ninavia representa a Oruro por decisión personal. En Estados Unidos también llevará la bandera boliviana. Competirá a nivel universidades junto a otros grandes deportistas de la California Baptist University. “Siempre correrá con la bandera boliviana. No correrá para EEUU, volverá siempre para defender a su país”, aclara Coca.

Su familia

“Su madre y sus hermanos están felices porque su hijo está en Estados Unidos y estudiará allá. Recibirá una ayuda especial porque tiene buenos registros. Es campeón sudamericano y panamericano y ese currículum le ayudó”, explica Coca. “Nadie me entiende. Hay tantos empresarios que podían donar 3.000 bolivianos para cada atleta que está sobresaliendo, en todos los deportes”.

Su nueva casa

La Universidad Bautista de California (CBU) es una institución privada que goza de gran prestigio, situada en el sur de California y afiliada a la Convención Bautista del Sur de California. Su pintoresco campus principal se encuentra en el histórico distrito de Magnolia Avenue de Riverside, y está a pocos minutos de playas como Crystal Cove y Treasure Island. Este recinto principal está formado por 30 edificios, con numerosos complejos de apartamentos, un gimnasio, un centro acuático y alojamientos separados para varones y mujeres.

En la cuna del atletismo

Expertos aseguran que el atleta estadounidense se forja desde los cinco años. El plan dio inicio en 1976, en ese entonces se acordó que se crearía la Federación y el Comité Olímpico de los Estados Unidos y que las organizaciones establecerían un entrenamiento adecuado para que los jóvenes se prepararan.

Con esa cultura, se formó a grandes deportistas. Los entrenadores reciben la mejor educación que pueden tener, son profesionales. Se podría decir que ninguno se hizo de manera aficionada o por la simple experiencia de haber competido. Cada entrenador recibe su preparación de acuerdo con el nivel que quiere entrenar, si desea subir de rango debe entrar a un curso, donde reciba la formación.

Ninavia está en el primer mundo del atletismo. El David está preparado para enfrentar y vencer a Goliat.

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