MARÍA FERNANDA VIVEROS, BASQUETBOLISTA BOLIVIANA, JUGARÁ EN ESTADOS UNIDOS
La basquetbolista cruceña, María Fernanda Viveros, viajará en cuestión de horas a Estados Unidos donde estudiará becada en un colegio de la ciudad de Bradenton, en el condado de Manatee, estado de Florida. La beca se hizo realidad gracias a sus buenas condiciones para jugar básquet.
“Me siento muy feliz, contenta por esta beca que se da gracias al sacrificio que yo he hecho y por el apoyo que he tenido de mis papás y de mis distintos profesores que me han ayudado en mi desarrollo como jugadora”, dijo Viveros a ED Sports.
‘Mafer’, como le dicen, estudiará en el Colegio Edison Academics y jugará en el Club The Academy y una vez termine el colegio apunta a jugar en alguna universidad de ese país para continuar también sus estudios universitarios.
“Sí, esa es la idea, terminar el colegio y tratar de conseguir una beca en alguna universidad para seguir jugando y estudiando al mismo tiempo”, agregó.
Tiene 16 años (18-03-2008), es jugadora del Club Leones Hamacas de Santa Cruz, aunque hasta el último fin de semana estuvo reforzando al Club Tarija Básquet, de la capital chapaca, en el campeonato de la Liga Boliviana de Básquet Femenino (Libofem), que se clasificó para semifinales del torneo de forma invicta.
Debido a su viaje para los Estados Unidos ‘Mafer’ no disputará la fase decisiva de la Libofem. Reconoció que esta situación la deja con un sabor agridulce.
“Me siento feliz de haber formado parte del equipo, porque hicimos un bonito grupo, hemos clasificado a los play-offs, pero al mismo tiempo triste por dejar el campeonato que es uno de los más importantes de Bolivia, sin embargo, lo dejo por algo que no es cualquier cosa, es algo que vale la pena”, explicó.
María Fernanda Viveros juega de base y no solo es titular en los clubes que le tocó jugar, sino también en las selecciones cruceñas y bolivianas. Con 16 años fue la principal figura del equipo nacional que disputó el Campeonato Sudamericano de Básquet, para la categoría mayores, que se jugó en Santiago de Chile.
EL DEBER
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