LA ZONA DE LLOJETA EN LA PAZ, DE PAISAJES PRIVILEGIADOS, TRAGEDIA Y ORACIONES
“La Comarca del Poniente”, así bautizó a la zona de Llojeta el periodista, escritor y novelista paceño, Jaime Sáenz. Como todas las zonas y barrios de la ciudad de La Paz, Llojeta, tiene su encanto y misterio. Es una región de la urbe que, por su ubicación, muestra cómo se extiende gran parte de la sede de Gobierno.
También es un sector donde se instalaron varios cementerios privados, que se extienden en varias hectáreas de campos verdes, que contrastan con las lápidas oscuras que sobresalen apenas del suelo.
Y en los últimos cinco años, los vecinos de Llojeta han enfrentado al menos dos momentos duros: el “mega deslizamiento” de abril de 2019 y la reciente mazamorra de la noche del sábado 23 de noviembre. Se presume que el alud descendió con fuerza desde el sector del cementerio privado de Los Andes, donde se hicieron excavaciones sin autorización de la Alcaldía de La Paz.
En ambas situaciones, la gente perdió sus bienes. En los dos momentos se cuentan más de 100 viviendas afectadas y decenas de familias damnificadas y personas heridas que buscan sobreponerse al susto, pero viven con el miedo de un nuevo alud.
La tragedia que enfrentan los vecinos de Llojeta no solo es por la pérdida de sus bienes materiales, si no también por la desaparición de una niña que es buscada por los Bomberos, militares y equipos de rescate de la Alcaldía.
Hasta el presidente del Estado, Luis Arce llegó hasta la zona de desastre con vituallas y exigió que se investigue qué causó la mazamorra.
¿Dónde está Llojeta?
La zona de Llojeta es parte del macrodistrito de Cotahúma, que geográficamente se ubica “por debajo” de la ciudad de El Alto en dirección a la zona sur de la ciudad de La Paz. Es un sector estratégico, por donde se accede a ciudad Satélite en la ciudad de El Alto, al tradicional barrio de Sopocachi, y a todas las zonas del Sur de La Paz, desde Obrajes hasta Mallasa.
En el sector también se instalaron varios camposantos privados, como el cementerio Jardín, Los Andes, entre otros, que tomaron al menos 10 hectáreas, que están entre terrazas naturales y caprichosas quebradas grises, que se erigen como la antesala al mítico Valle de la Luna.
Una de las rutas de acceso a Llojeta es la serpenteante avenida Mario Mercado, que atraviesa la zona de norte a sur y desciende desde la zona de Ciudad Satélite en El Alto y se conecta con la avenida Los Sargentos y más abajo con la avenida Costanera, uno de los principales accesos a los barrios de la Zona Sur de la urbe paceña.
Una situación de emergencia
La noche del sábado 23 de noviembre, los vecinos, entre las 20:00 y 20:30 horas, reportaron por las redes sociales que la zona de Bajo Llojeta era invadida por una gran mazamorra que arrastraba lodo fino y escombros e inundaba las casas. La mazamorra descendió hasta la avenida Los Sargentos.
Por el pánico de esos momentos, que parecían eternos, los vecinos empezaron a pedir auxilio a través de las redes sociales ,como el Facebook, el TikTok y grupos de WhatsApp donde mandaban fotos, videos y audios que alertaban de la situación de emergencia, incluso hablaban de niños atrapados.
Tiempo después la Alcaldía de La Paz activó sus unidades de emergencia y llegó hasta el lugar con obreros, palas mecánicas y otros vehículos para quitar todo el lodo y escombros que inundaba las calles y las viviendas. También llegaron hasta el lugar soldados de unidades militares para ayudar con el trabajo de rescate y la limpieza del alud.
Todo eso se suscitó en medio de la noche y una intensa lluvia que caía en el sector y que hacía más complicado el trabajo por la escasa visibilidad.
Aunque, los equipos de la Alcaldía, Defensa Civil y Fuerzas Armadas trabajaron toda la noche, las primeras luces de la mañana del domingo mostraron la magnitud del desastre, con decenas de viviendas cubiertas de barro casi hasta el techo, algunas calles habían desaparecido y solo se veía barro por todas partes y la desesperación e impotencia de los vecinos que, por miedo a sufrir un nuevo deslizamiento, no durmieron toda la noche y buscaban la forma de rescatar algunos enseres domésticos.
Técnicos de la Alcaldía de La Paz, explicaron que horas antes del alud, llovió en El Alto y que esas aguas llegaron al río Jarañapampa y posteriormente al Pasajahuira, afluente que la noche del sábado se desbordó y afectó a unas 42 viviendas de Bajo Llojeta. El material de lodo y piedras, bajó con gran intensidad hasta la avenida Costanera, donde se acumuló lodo y material de arrastre.
La Alcaldía cortó el tránsito de vehículos de subida y bajada en las avenidas Costanera y Los Sargentos.
Responsabilidad
“El problema se ha originado en la parte alta de Llojeta, en el cementerio privado Los Andes que hizo movimiento de tierras de manera irresponsable y no controlada, y debido a la precipitación de ayer se ha activado un deslizamiento en el sector”, explicó a EL DEBER el secretario municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades, Juan Pablo Palma.
El funcionario municipal dijo que los técnicos de la Alcaldía ya hicieron varios estudios y evaluaciones e identificaron que la causa es por las excavaciones en ese camposanto privado, supuestamente autorizadas por un municipio vecino.
Las autoridades municipales responsabilizan directamente al movimiento de tierra ilegal autorizado por el municipio de Achocalla, que afectó dos plataformas en el sector, empeorando la situación. Equipos de emergencia continúan trabajando en la limpieza y construyen barreras con yutes para evitar nuevos desbordes, mientras se solicita la colaboración de los vecinos y se insta a evitar zonas de riesgo.
“El agua ha empezado a arrastrar lodo que ha descendido por unos tres kilómetros y medio llevándose muchas cosas a su paso. Son 42 viviendas que hemos computado, pero muchas de ellas estaban desocupadas. Ayer se ha evacuado a todas las personas que estaban atrapadas excepto a una niña, y hoy se continúa con su búsqueda. Son 16 personas evacuadas, cinco han sido trasladas a un albergue municipal de forma momentánea”, reportó Palma.
“Tenemos cerca de 500 funcionarios municipales desplegados, un número similar de las Fuerzas Armadas. Estamos en estrecha coordinación con el Viceministerio (de Defensa Civil). Se realiza varios ciclos de búsqueda y rescate con Bomberos y el Grupo Especial de Rescate Municipal”, agregó Palma.
El Deber
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