DINA BOLUARTE LLAMA A BOLIVIA “ESTADO FALLIDO”; EL GOBIERNO BOLIVIANO Y DIVERSOS ACTORES RECHAZAN LA DECLARACIÓN Y EXIGEN DISCULPAS

El reciente discurso de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, durante la conmemoración de los 204 años de independencia de su país, generó una fuerte reacción en Bolivia. En su alocución, Boluarte afirmó que, al asumir la presidencia, evitó que Perú se convierta en un “país fallido” como Bolivia, Cuba, Venezuela y otros.

Esta afirmación fue rechazada enérgicamente por autoridades y políticos bolivianos de distintos sectores. El Gobierno nacional convocó al encargado de Negocios de la Embajada de Perú para exigir explicaciones formales y hacer conocer la postura oficial de rechazo.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Esteban Catarina, manifestó en conferencia de prensa:
“Manifestamos nuestro enérgico rechazo, como Gobierno boliviano, a las declaraciones de la presidenta del Perú, Dina Boluarte. Hoy hemos convocado al encargado de Negocios de Perú para expresarle esta posición.”

En tanto, desde la oposición, el candidato presidencial por la alianza Unidad, Samuel Doria Medina, señaló que Bolivia “no es un país fallido” y recordó que el país está próximo a cumplir 200 años de construcción nacional. Aceptó que Bolivia enfrenta problemas y crisis, “como cualquier país”, pero confió en que serán superados. “Las resolveremos, que no le quepa duda a (Dina) Boluarte”, aseguró.

Por su parte, el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Gustavo Aliaga, afirmó que Boluarte no debió hacer ese tipo de afirmaciones y expresó su deseo de que se corrija esta postura. Sin embargo, criticó la actual política exterior boliviana, señalando que la relación con países vecinos como Chile y Argentina no es la mejor. “Creo que le falta a nuestra política exterior, se ha olvidado de la vecindad y se ha dedicado a otros temas”, añadió, señalando que el próximo gobierno debe mejorar esa situación y Samuel Doria Medina también dijo que Bolivia no es ningún «país fallido»

Este episodio suma tensión a la ya delicada relación bilateral entre ambos países y abre un nuevo capítulo en la disputa política y diplomática en la región, justo cuando Bolivia se prepara para conmemorar dos siglos de vida republicana.