MUJERES DERRUMBAN PREJUICIOS EN LAS MINAS Y FORTALECEN SU LUCHA POR LA IGUALDAD DE DERECHOS
Las trabajadoras reafirman la necesidad de conseguir la igualdad y equidad en el trabajo de la mina para lograr una vida digna como un derecho humano.
Macaria Alejo de la Cooperativa Porvenir de Oruro relata que hace 20 años se dedica a la minería. Comenzó como barranquillera recogiendo los minerales desde el exterior de las minas, ahora junto a sus otras tres compañeras trabaja en el interior de una mina.
Dice que para ingresar a la mina tuvo que soportar insultos, golpes y discriminación de sus compañeros varones que cada que podían le decían “compañera no vas a entrar, van hacer perder el mineral”; pero pese a esas posturas radicales y advertencias, Macaria tomó fuerza, sobre todo por sus cuatro hijos, para darles una vida digna, ya que como barranquillera ganaba al mes Bs 1.300. Decidió romper las barreras y sumergirse al interior de la mina.
“Los hombres nos reñían, nos insultaban, pero nos hemos puesto fuertes, todo por mis hijos. Soy madre y padre para ellos y tenía que ganar más. La plata no alcanzaba y un día nos enfrentamos y así nos han aceptado los compañeros, y ahora nos medimos fuerza a fuerza”, dice.
Pero la situación no es la misma en la Cooperativa Bolsa Negra en La Paz, donde trabaja Marcela Mamani, una mujer que se inició en la vida minera hace 30 años y que, pese a su lucha por ingresar al interior de la mina, no pudo hacerlo hasta ahora.
Mamani señala que en su cooperativa hay 300 trabajadores, de ese número 46 son mujeres que trabajan de barranquilleras, socias cooperativistas, palliris, pero ninguna está autorizada para entrar al interior del yacimiento minero.
ANF