LLUVIA Y VIENTOS DE 180 KILÓMETROS POR HORA EN TRINIDAD DEJARON A 60 FAMILIAS EN LA CALLE

LOS VIENTOS FUERTES EN EL BENI

Como los fuertes vientos que destruyeron a Macondo, ese pueblo ficticio que describe Gabriel García Márquez, en su obra: Cien años de Soledad, en Trinidad una fuerte tormenta dejó en la calle a más de 60 familias. Lo que pasó el sábado en la capital de Beni, era algo que solo se halla en los relatos de realismo mágico de Gabo, pero la realidad supera la ficción. Y aunque Trinidad no se extinguió, si vivió algo parecido a un huracán bíblico.

Y no es exagerar, el testimonio de Arnaldo Barba, jefe de la Unidad de Riesgos del municipio de Trinidad describe esos momentos dramáticos.

El viento fue tan fuerte que hasta las luminarias del Estadio Gran Mamoré se doblaron.  Incluso, según describe Barba, dos hangares del aeropuerto se quedaron sin techo. Como si fueran hojas, el soplo huracanado desprendió las calaminas, de una estructura de acero, y las hizo volar.

“En el centro, al frente de la Gobernación un árbol de más de cien años se cayó”, dice.

San Pedro, al santo que se le atribuye la llegada de las lluvias, no tuvo contemplación ni de la catedral, que prácticamente se quedó sin tejado.

De acuerdo a los datos que dio Aasana a la alcaldía, los vientos llegaron a 180 kilómetros por hora.

“Fue algo nunca antes visto. Dejaba de soplar y volvía con fuerza, una avioneta quedó patas arriba en el aeropuerto. ¡Fue grave!”, describe Barba.

Pero las escenas más dramáticas se registraron en los barrios periféricos de Trinidad: todos se quedaron sin techos. Por ejemplo, en el barrio las Misiones 14 viviendas quedaron inhabitables.

EL DEBER

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