FALLECE HUGO PEREDO, PERIODISTA DE OPINIÓN, RADIALISTA, GESTOR CULTURAL Y SONIDISTA

El periodista de OPINIÓN, Hugo Peredo, falleció hoy en Cochabamba a los 66 años de edad después de luchar por varias semanas contra complicaciones de una fibrosis pulmonar.

Peredo fue gestor de varias actividades culturales, entre ellas la organización de festivales musicales en Cochabamba, y sonidista en la producción musical de varios intérpretes locales y grupos folclóricos del país.

Peredo trabajó en OPINIÓN hasta 2019. Fue responsable de la sección Vida de Hoy. Su cargo como editor le permitió rotar en más de 20 años de trabajo en casi todas las secciones del diario.

Técnico en sonido (con destacada participación en filmes nacionales como “Los hermanos Cartagena”), radialista, editor de casi todas las áreas del diario OPINIÓN, pero fundamentalmente de Cultura en sus diferentes presentaciones, fue también gestor cultural en el Centro Simón I. Patiño, donde participó en la realización y grabación de importantes festivales como el “Luz Mila Patiño”.

De igual modo, en el ámbito musical, fue parte del equipo de producción del grupo Los Kjarkas, de Zulma Yugar y sus centros culturales, y del compositor Willy Claure en la Fundación de la Cueca Boliviana, entre otros artistas.

Justamente Yugar, cantante y embajadora de la canción boliviana, despidió a Peredo con estas líneas: “Se fue el amigo incondicional, el amigo que siempre estuvo en los buenos y malos momentos. Se quiebra el alma  cuando se van dejándonos en el desconsuelo. Descansa en paz Huguito”.

Julia García, profesora que vive en el condado de Arlington, Virgina, Estados Unidos, y que también fue muy cercana a Peredo, le rindió un homenaje tras su partida. “No, no mi querido amigo Huguito Peredo. Te adelantaste muy rápido, Tenías muchos planes, quién relatará memorias y cuentos de Kúchu Muela, Toco, etc? Es un hasta luego Llajtamasi, vuela alto a la Pacha”.

Para don Hugo, el periodismo era una forma de relacionarse con el mundo, de dialogar con los otros. No era un trabajo que consistía en prender y apagar la grabadora, sino que se extendía antes y, sobre todo, después de las entrevistas formales.

No tenía fuentes, sino amigos y cómplices con los que se encontraba con la excusa de hacer entrevistas. Encontró en el periodismo un vehículo para escuchar y hacerse escuchar con los demás. Era su método para comprender las cosas. Era su forma de encontrar contacto humano. Era un humanista disfrazado de periodista.

Se fue el amigo incondicional, el amigo que siempre estuvo en los buenos y malos momentos.  Se quiebra el alma cuando se van dejándonos en el desconsuelo. Descansa en paz Huguito.

OPINIÓN

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