BAJAN LOS CASOS EN SANTA CRUZ, PERO MOLESTA UNA FIESTA CLANDESTINA DE 53 JÓVENES
La detención de 53 jóvenes que rompieron la cuarentena, de los cuales dos dieron positivo a la prueba de COVID-19, causó molestia en las autoridades de Santa Cruz, en una jornada en la que los casos nuevos cayeron a 495, muchos menos que los días precedentes.
La madrugada de este sábado las autoridades regionales detuvieron a los jóvenes en una fiesta clandestina. La misma alcaldesa de Santa Cruz, Angélica Sosa, se ocupó del caso y protestó por el hecho, que en su criterio incluso obligó a disponer pruebas rápidas para la detección de la enfermedad.
“En este grupo reducido, totalmente fuera de norma y faltando el respeto a los demás; todos van a ser aislados. Yo le pido a las familias que entiendan que al haber dos positivos (…) si las pruebas dan negativo, en una semana van a ser liberados y deberán hacer trabajo comunitario”, dijo la autoridad interina.
Al presentar los datos de contagios de la jornada, el director del Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz (Sedes), Marcelo Ríos, también lamentó que los jóvenes hayan roto la cuarentena con una actividad irresponsable. “Lo que importa es que ellos estuvieron generando riesgo entre ellos mismos y el riesgo que generaron en sus familias. (…) De esa conducta van a derivar los resultados catastróficos.
Los jóvenes infractores fueron sorprendidos en una fiesta clandestina en pleno centro de la capital oriental, en la calle Charcas.
LA RAZÓN
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