ARAMAYO, QUIEN REVELÓ DESFALCO EN FONDIOC, AFRONTA 256 JUICIOS

En septiembre pasado, Marco Antonio Aramayo, exdirector del Fondo Indígena, fue trasladado con las manos atrás y esposadas a Cobija (Pando), donde fue recluido en la cárcel Villa Busch por más de 50 días. En esa región se ventila uno de los 256 juicios que se interpusieron en su contra por el caso Fondioc.
Aquel traslado a Cobija es parte del “calvario” que vive Aramayo, quien en 2013 reveló el millonario desfalco en el Fondioc. Por este caso también está detenida Elvira Parra en el centro de Rehabilitación de Obrajes de La Paz.
Sentado en una banca de plástico en su celda de dos por tres metros en la cárcel de San Pedro de La Paz, Aramayo describió a Página Siete uno de los que considera “peores momentos” que le tocó experimentar desde hace 3 años y 8 meses, tiempo en el que “conoció” todos los centros penitenciarios de Bolivia.
Fue el último director del Fondo Indígena, la mayor creación política del Gobierno para atender las demandas de los pueblos indígenas y movimientos sociales afines al MAS.
En mayo de 2017, por un proceso del caso Fondioc, que radica en Tarija, Aramayo fue sentenciado a cinco años de cárcel.
Junto a él fueron acusados dirigentes departamentales de los Interculturales de Tarija, pero estos se sometieron a un juicio abreviado y recibieron una condena de tres años. Aquel fallo les permitió beneficiarse del perdón judicial. Ahora están en libertad.
“No pido indulto, sólo pido un juicio imparcial, justo y objetivo”, exclamó Armayo con impotencia, antes de recordar que el 14 de enero de 2016, luego de que el presidente Evo Morales lo calificó como “doblemente delincuente”, en las puertas de la cárcel de San Pedro, jueces y fiscales hicieron larga fila para acusarlo.
“Vinieron jueces y fiscales de Santa Cruz, Pando, Cochabamba. Ese día (14 de enero) fui cautelado 14 veces por un mismo hecho y por el mismo delito”, lamentó.
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