CLAVES PARA DETECTAR A UN PEDÓFILO

¿Existe un patrón común para identificar a los pedófilos? ¿Cómo es su vida diaria? ¿Cómo se mimetizan con la sociedad? Por lo general su personalidad no hace prever desde afuera que tengan una conducta desviada. Suelen ser correctos, amables y, por supuesto, no son violentos. En un reportaje con Jorge Lanata, en Radio Mitre, el médico psiquiatra Hugo Marietán enumeró una serie de características particulares para detectar pedófilos.

«Por lo general buscan profesiones o trabajos para estar en contacto con los chicos. Profesores de música, profesores de educación física, pediatras, también hay sacerdotes. Toda actividad que le permita acercarse a los niños. Por eso son perversos disfrazados de…».

Por su consultorio han pasado muchos perversos, psicópatas y también ha tratado casos donde tenían ambas patologías. «Algunos llegaron porque cuando son condenados los mandan a hacer terapia. Otros porque la mujer sospecha de algo. Pero todos tienen como fachada la familia, una mujer e hijos», sostuvo.

«No hay tratamiento porque es una condición sexual, no es una enfermedad. En todo caso sería una anomalía social. Así como está el sádico o el masoquista, también hay pedófilos», aseguró el psiquiatra.

Marietán definió al pedófilo como «aquel que tiene una anomalía en sus gustos sexuales, que se erotizan con personas por fuera del rango normal, que no tienen las características secundarias de atracción. Por ejemplo, las que se producen recién después de la adolescencia con las mamas, los glúteos y la estructura corporal. Estas personas se excitan antes de que llegue ese período».

Según su experiencia, esa atracción ocurre con niños de entre 4 y 7 años. «Se erotizan con chicas o chicos que no tienen las características secundarias sexuales desarrolladas».

Para Marietán, es complejo saber cuál es el origen de esta patología tanto en hombres como en mujeres. «En la enorme mayoría de los casos de estos perversos, decir que han sido abusados no tiene ningún sustento. Estos tampoco nacen así. Solo tienen esta condición sexual de erotizarse cuando todavía no están los elementos necesarios para la erotización. No es algo hereditario. No está comprobado que de un padre perverso salga un hijo perverso o de un abuelo perverso salga un nieto perverso. Pero sí se ve este perfil desde muy chicos», explicó.

¿Toda persona que consume pornografía infantil es un abusador sexual? ¿Hay gente que solo consume la pornografía pedófila y nunca abusa de un menor o es un estadio previo al abuso?

«El que consume pornografía infantil es un pedófilo. Pedófilo es quien se erotiza con la imagen de un niño. Si además abusa físicamente o se masturba, por ejemplo, eso es una agravación de la pedofilia. Es un perverso pedófilo», enfatizó Marietán.

El psiquiatra consideró que existe gente que toda su vida consume pornografía pedófila y nunca pasa a la acción. Sin embargo, en algún momento se animan a hacer realidad la fantasía que tienen mirando esa pornografía. «Algunos pueden transcurrir muchos años de su vida sin ir a la acción directa, pero son una bomba latente y cuando tengan la oportunidad lo pueden hacer. Es una persona de riesgo para los chicos», advirtió.

«Estas personas tienen registro de la aberración de los actos que cometen. Por eso se mantienen ocultos. ¿Y quién se mantiene oculto? Aquel que está haciendo una acción que no quiere ser visible públicamente. Además, cuando publica o distribuye el producto de sus aberraciones, también lo hace en una red oculta (deep web). Eso quiere decir que su cabeza sabe perfectamente que está trabajando con un material de altísimo riesgo para él mismo, es decir que es muy delictivo, y lo hace todo clandestinamente», explicó Marietán.

Según este médico psiquiatra, estas personas no sufren por su condición, todo lo contrario. «Son grandes gozadores del producto, por eso lo repiten. No creen estar enfermos; por el contrario, creen que están disfrutando de una exquisitez, de algo exótico», reveló sobre el perfil del pedófilo.

«Si eso existiera, inmediatamente después de la primera vez de ese impulso de atracción sobre un chico la vergüenza y la culpa te retrotraería a la soledad. Por el contrario, estas personas salen a cazar a su presa y se valen de instrumentos. Porque hay que acercarse a un chico, conquistarlo, hablar su lenguaje, saber sus gustos, y hay que ser carismáticos, agradables y simpáticos para poder conquistar a los chicos», advirtió el psiquiatra.

En tal sentido, Marietán aseguró que la castración química no sirve para nada. «El disfrute del perverso radica no solamente en la penetración en sí, sino en la contemplación, incluso el manoseo, y a veces algunos que son más agresivos pueden usar instrumentos externos para introducir en las cavidades de los chicos», resumió.

Para Marietán, por el momento no se cuenta con elementos concretos. «Desde el punto de vista de la psicopatía y la perversión, estos tipos no cambian nunca, y si los soltás en la sociedad van a seguir haciendo el mismo daño, porque es su condición sexual. No es que a partir de la cárcel él dice: ‘¡Oh!, estuve equivocado y ahora sí me dedico a las chicas adultas'», describió.

«Una normativa del Garrahan es que el padre esté siempre presente junto al médico, pero tampoco uno puede pensar constantemente en esto porque podemos correr el riesgo de anexar la palabra pediatra a la palabra pedófilo. Ese es un monstruo disfrazado de pediatra», añadió.

Finalmente, el médico psiquiatra consideró necesaria una legislación y mantener a estas personas siempre bajo control. «Si largás una bestia de estas a la sociedad, la sociedad tiene que saber que hay un vecino pedófilo», concluyó.

Infobae

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