MARÍA JOSÉ VARGAS: ARGENTINA HIZO MUCHO POR MÍ, BOLIVIA CASI NADA
Cuando hace más de cinco años María José Vargas se enteró de que iba a ser madre, percibió que corría un riesgo si quería seguir con su carrera de raquetbolista. Se equivocó. “Argentina me apoyó en mi embarazo y me pagó la beca mensual”, recordó la boliviana que desde hace ocho años se puso la casaca albiceleste, cansada de la impasibilidad de dirigentes y autoridades en Bolivia.
“Hasta en mi embarazo me apoyaron, me seguían pagando mensual. En Argentina me ayudaron en mis dos embarazos, en realidad”, reforzó la cruceña de 29 años, que mientras rebuscaba entre sus recuerdos, atendía a su hija que le pedía ayuda. “El menor tiene un año”, agrego
En 2013, Vargas tomó una de sus decisiones más difíciles y dolorosas. Aceptó defender los colores de un país ajeno, pero lleno de oportunidades.
“En Bolivia, hasta un día antes de viajar a un torneo internacional no sabía si tendría pasajes. Argentina me da la seguridad de tener pasajes, hospedaje, paga mi inscripción en todos los torneos del Tour Mundial y me da una beca mensual. Si quiero irme a un campamento de preparación física, me colaboran”, explicó.
Vargas reside en Santa Cruz, con su familia. “No vivo en Argentina. Empecé a competir en 2014, cuando fue mi primer torneo internacional por ese país. Yo quería jugar el Tour Profesional y Bolivia no me podía pagar”, insistió.
La deportista boliviana detalló que toda la ayuda económica y logística debe ser retribuida con medallas.
“Me dan beca mensual, dependiendo si tienes medalla mundial, panamericana o sudamericana. Obviamente tienes que llevar resultados”, ilustró. Hasta el momento, no falló: “Siempre llevé medallas”.
Habló desde su experiencia. “Es otra cosa”, apuntó. “Para empezar, en Argentina hay un ente deportivo, el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), que recibe dinero de un impuesto a los celulares y todo el dinero es destinado a los deportes que no sean fútbol y tenis. Entonces, apoyan a todos los deportes y se reparten. Obviamente, todo depende de los resultados”, precisó.
Hasta el momento, la boliviana no tropezó. “Si no tengo resultados, baja la beca y el apoyo. Si no saco resultados, no asisto a tres torneos. Pero nunca me pasó, siempre llevé resultados”. Al intentar comparar, se encuentra con realidades opuestras. “En Bolivia yo me buscaba mis auspicios”, se lamentó al recordar los días en los que debía caminar con su currículo bajo el brazo, acompañada por su padre, en busca de auspiciadores. “Los apoyos son temporales. Te apoyan seis meses y después nunca más”, protestó.
Actualmente, Vargas ocupa el tercer lugar en el ranking mundial de ráquetbol, en la rama femenina. “Por seis años estaba en el segundo lugar. Cuando me embarazo, no juego los últimos torneos y ahí me quitan puntos”, justificó.
Vargas es una de las deportistas bolivianas que decidieron poner fin a su desencanto. Los otros son: Gerson Miranda, las hermanas Camila y Romina Rivero, Jhonatan Flores, Mario Mercado, Adriana Riveros y Brenda Laime que representan a Colombia; en tanto que Vargas, Natalia Méndez, Valeria Centellas y Diego García optaron por ponerse la casaca albicelete.
“No me arrepiento, si me quedaba, por ahí me hubiera retirado del ráquet porque me habría emputado. Se puede volver, pero ahora estoy bien con Argentina, que tanto hizo por mí. Bolivia, casi nada”.
HOJA DE VIDA
- Nombre • María José Vargas Parada.
- Lugar y fecha de nacimiento • En Santa Cruz, el 18 de marzo de 1993.
- Familia • Es hija de Jaime Vargas y Hortensia Parada, tiene dos hermanos Jaime y Ximena. Está casada. Tiene dos hijos.
- Estudios • Salió bachiller del colegio Saint George. Es ingeniera comercial.
- Trayectoria • Comenzó a los ocho años. A los 13 participó en su primera competencia internacional.
- Raquetbolista • En 2013 aceptó representar a Argentina. En 2014 comenzó a competir por ese país en torneos internacionales. Su marido también practica el ráquetbol de forma amateur. En su casa tienen una cancha de ráquetbol.
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