EL MAS ACUSA A LUIS ARCE DE PROHIBIR LAS BANDERAS AZULES Y LE DICE QUE AL CULMINAR SU GESTIÓN SE PUEDE IR CON OTRO PARTIDO
Se agrava la división en el partido oficialista. Este miércoles, el vicepresidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Gerardo García, cuestionó al presidente del Estado, Luis Arce Catacora, por supuestamente prohibir el uso de banderas azules en actos públicos e incluso fue mucho más allá, al sentenciar que, cuando termine su gestión al mando del Gobierno nacional tiene la libertad de irse con cualquier otro partido.
“Ya es de conocimiento de las bases, nuestros hermanos de los diferentes departamentos nos han demostrado que nuestro hermano Lucho ha dicho: ‘prohibido las banderas azules ahora vamos a utilizar la bandera roja’”, dijo García, a tiempo de desvelar un supuesto acercamiento entre Arce y la organización política Partido Socialista 1 (PS1), que se identifica por el color rojo.
El dirigente afirmó que no prohíben al mandatario unirse a otra organización política, pero pide que sea sincero y reconozca que no está usando la sigla del MAS y que busca candidatear con PS1 en 2025. “Se está cubriendo con la sigla del MAS, pero está actuando de otra manera”, reclamó.
También arremetió contra el vicepresidente David Choquehuanca, de quien considera que está actuando “al mismo estilo” que el exministro de Jeanine Áñez, Víctor Hugo Cárdenas.
Lo acusó directamente de “traicionar al pueblo aimara” y de querer crear un nuevo partido. “La renovación había sido eliminar la personería jurídica del MAS y renovar con otra sigla”, cuestionó.
No es la primera vez que acusan a Arce y Choquehuanca de prohibir el uso de la bandera del MAS. El diputado oficialista, Héctor Arce, que pertenece a la línea ‘evista’, ya había alertado hace algunas semanas que, en varios actos públicos, especialmente en Tarija, se vetó la bandera azul para reemplazarla por la del PS1.
García se encuentra en La Paz en compañía del presidente del MAS, Evo Morales, para coordinar temas relacionados al Censo de Población y Vivienda con la bancada oficialista.
EL DEBER
