TARIJA, DE SER LA “BILLETERA” DEL PAÍS A UNA REGIÓN EN DECRECIMIENTO.

Tarija fue la más golpeada por la caída de ingresos de las regalías petroleras debido a la disminución de la producción de gas natural y su efecto en los bajos volúmenes de exportación.
Cada año es menos el dinero por la explotación del gas natural, a diferencia de lo que se recibía entre 2011 y 2013, cuando estaba por encima de Bs 2.000 millones. Incluso había ingresos adicionales por este concepto.
Según datos de la Gobernación de Tarija, en 2024 se habían presupuestado Bs 453 millones y solo ingresaron Bs 100 millones. Para este año se estima Bs 363 millones de ingresos por regalías petroleras.
“Pensamos recibir entre Bs 80 y 90 millones menos del monto presupuestado. Se redujeron alrededor del 20% anual”, afirmó el secretario de Economías y Finanzas de la Gobernación, Erick Montaño.
Agregó que la tendencia es que continúe mermando y su impacto será cada vez más crítico para la Gobernación que tiene como su principal fuente de ingresos económicos las rentas petroleras.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, señaló que en los últimos seis años, entre 2019 y 2024, las regalías petroleras cayeron en un 71% aproximadamente.
Romero advirtió que la caída es inminente en los siguientes años por la declinación en la producción y exportación de gas natural, si se considera que se dejó de enviar al mercado de Argentina y solo queda Brasil.
El empresariado de Tarija siente el efecto de esta nueva realidad que atraviesa este departamento que en un momento fue catalogado como la “billetera” del país.
“La caída de venta de gas natural y la exploración de nuevos pozos ha generado un decrecimiento de las regalías, golpeando de manera directa a este departamento porque nuestra economía está basada en un modelo extractivista”, aseveró Patricia Vargas, gerente general de la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT).
En su opinión, tuvo su impacto en la inversión pública a nivel departamental y municipal porque no se ejecutan proyectos de envergadura en temas vitales como infraestructura y servicios públicos.
Vargas mencionó que con menores recursos por regalías, Tarija enfrenta dificultades para el desarrollo económico que se refleja en su Producto Interno Bruto (PIB) negativo y estanca el crecimiento departamental.
La inversión pública, según la estimación de la FEPT, se redujo en un 68% en los últimos años.
Su impacto también lo sienten en los barrios de la capital tarijeña y de las provincias, donde persisten las demandas por servicios públicos.
“Continuamos con problemas de agua potable y saneamiento que no fueron resueltos, a pesar de que Tarija fue considerada la billetera del país, solo sirvió para que se inauguren caminos y obras en otros departamentos”, lamentó Celestino Barro, presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve).
EL DEBER
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