SE COMPLICA LA RELACIÓN ENTRE BOLIVIA Y ARGENTINA POR EL ENMALLADO FRONTERIZO DE 3 METROS CON PÚAS

La relación entre Bolivia y Argentina se ve nuevamente tensionada por la instalación de un enmallado de 200 metros de largo y 3 metros de altura con púas en la frontera entre Aguas Blancas (Argentina) y Bermejo (Bolivia). Esta medida, parte del plan de seguridad «Fronteras Blindadas» del gobierno argentino, busca frenar el cruce ilegal de personas a través del río Bermejo. Sin embargo, desde Bolivia, se considera que esta decisión afecta los principios de buena vecindad y cooperación entre ambos países.

El gobierno argentino justifica la obra al señalar que muchos ciudadanos cruzan de forma ilegal entre ambos países sin pasar por los controles migratorios. En respuesta, Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas, argumentó que la medida busca evitar los cruces irregulares desde la terminal de Aguas Blancas hacia la orilla boliviana, donde muchos evitan los controles migratorios. Sin embargo, Bolivia ha expresado su preocupación por esta decisión unilateral, calificándola de violación de acuerdos bilaterales que permiten la libre circulación.

La construcción del enmallado también ha generado inquietud en la comunidad fronteriza, tanto en Bolivia como en Argentina. Los comerciantes temen que el cerco afecte gravemente el comercio entre ambas naciones, esencial para la economía local, mientras que los residentes se preocupan por las largas esperas que se podrían generar en los puntos de control, lo que podría poner en riesgo la salud, especialmente en los días de calor extremo.

La estructura tendrá una extensión de 200 metros, contará con 3 puertas de acceso y postes de hormigón, se prevé que la primera fase esté concluida para marzo. Los postes estarán distanciados cada cuatro metros, y serán reforzados por puntales cada cuatro postes. Además, el cerco contará con tres hilos de alambre de púas y una línea de alambre concertina en la parte superior. Las autoridades argentinas defienden la medida como necesaria para garantizar la seguridad en la frontera, mientras que Bolivia insiste en que deben buscarse soluciones diplomáticas para evitar la escalada de tensiones.