PEDERASTIA EN BOLIVIA: JESUITAS ESPAÑOLES SABÍAN QUE LLUÍS TÓ SIGUIÓ ABUSANDO DE MENORES EN BOLIVIA

El encubrimiento y traslado a Bolivia

Lluís Tó fue condenado en 1992 por la Audiencia de Barcelona por abusar de una niña de ocho años del colegio Sant Ignasi. En lugar de enfrentar las consecuencias de sus acciones, fue enviado a Bolivia. La correspondencia obtenida por el periódico español “El Periódico”, en colaboración con TV3, revela que los jesuitas de España y Bolivia tenían conocimiento de los crímenes continuos de Tó en Sudamérica, y, sin embargo, eligieron ocultarlo.

Correspondencia reveladora

Documentos intervenidos durante una redada de la fiscalía en la sede de la Compañía de Jesús en Bolivia en mayo de 2023, incluyeron cartas, faxes y correos electrónicos que muestran que Tó fue enviado a Bolivia precisamente porque era un depredador sexual. Una carta fechada el 12 de noviembre de 1992 del provincial de Catalunya, Oriol Tuñí, al provincial de Bolivia, Luis Palomera, menciona: “La verdad es que te agradezco la comprensión y ayuda sobre todo por Luis, que va allí muy ilusionado con empezar una nueva etapa, con grande ánimo y liberalidad. Espero que pueda echarles una mano y que poco a poco vayamos olvidando los siete meses de tensión y de desconcierto que ha vivido”.

Evidencias de abusos continuos

Las cartas de los años posteriores continúan demostrando que Tó mantuvo contacto con menores en Bolivia y siguió abusando de ellos. En una carta de octubre de 1994, un dirigente desconocido de los jesuitas catalanes expresó su preocupación al provincial de Bolivia, Marcos Recolons, por la cantidad de fotografías de una niña que Tó mostraba durante su visita a Barcelona: “En las visitas que iba haciendo Luis mostraba una gran cantidad de fotografías de su actividad en El Alto… entre ellas aparecía la foto de una niña, siempre la misma… Todas temían por la niña, pero no sabían qué hacer”.

En enero de 1997, Ignasi Vila, un sacerdote del colegio de Sarrià, informó a Recolons sobre un incidente en el que Tó supuestamente abusó de la hija de una mujer de la limpieza en El Alto, Bolivia. Vila manifestó su decepción porque Toni Fontova, el psicólogo jesuita encargado de atender a Tó, no había logrado impedir que reincidiera.

Reconocimientos y medidas insuficientes

Para febrero de 1997, Recolons informaba a un dirigente jesuita en Catalunya, José Montobbio, sobre el tratamiento al que Tó estaba sometido en Perú debido a su incapacidad para controlar sus impulsos. “Bueno, creo que por lo menos va con la actitud que creemos que debía ir y que podemos abrigar una ligera esperanza. No mucho más, porque el mal debe ser muy profundo y ha echado raíces durante 60 años”, escribió Recolons, sugiriendo que Tó había estado cometiendo abusos desde al menos 1968.

La confesión tardía y el retorno a Bolivia

El 21 de junio de 1997, Tó, desde Lima, admitió sus “enormes fallos” en una carta a Recolons. “Realmente necesitaba esto. Veo mis enormes fallos y el porqué de ellos y lo que debo intentar de ir cambiando”, escribió, reconociendo sus delitos de abuso sexual.

Finalmente, el 29 de diciembre de 1997, Tó fue oficialmente transcrito de regreso a Bolivia después de finalizar su tratamiento en Perú. Recolons, en una carta a Tó, mostró dudas sobre su lugar de residencia, sugiriendo un sitio con menos exposición a niños: “Lo que no me queda claro es si conviene que vivas en Següencoma o en San Calixto, porque en Següencoma hay niños hasta en la sopa (bueno, un poco menos). Me inclino más por que vivas en San Calixto, pero me gustaría saber tu opinión antes de decidir”.

Entrevista con Pau Vidal, delegado de la Compañía de Jesús en Catalunya

El jesuita, arquitecto y teólogo Pau Vidal Sas feue nombrado nuevo delegado de los jesuitas en Cataluña en junio de 2023Ecclesia

-¿El sacerdote Tó siguió abusando de menores en Bolivia?

La documentación muestra que Tó estuvo en contacto con menores y proporciona suficientes evidencias de que, después de ser condenado en 1992, abusó de menores en Bolivia. Esto es terrible y muestra una gestión nefasta, en la que los abusos se silenciaban y lo único que se intentaba era ver si Tó se podía recuperar.



-¿Usted lo sabía?

Nuestro compromiso para aclarar el pasado es muy grande, pero existen dificultades externas e internas. Compartí en el documental La Fugida todo lo que sabía. Estas cartas arrojan luz sobre una forma de proceder que colocaba al abusador en el centro y no tenía en cuenta a la víctima. El caso de Tó es profundamente lamentable. Ya mencioné en el documental que es inexplicable que desde el año 68 supiéramos que un depredador sexual formaba parte de nuestra comunidad y no tomáramos medidas.



-¿Con qué dificultades internas se están encontrando?

La generación actual de jesuitas con cargos de responsabilidad en la Compañía nos encontramos con una cultura de silencio. Muchas de las personas responsables de entonces ya han muerto, pero otras siguen mirando hacia otro lado, y hay quienes no entienden la gravedad de estos hechos. Entiendo que esto puede parecer insatisfactorio, pero estamos plenamente comprometidos con la tarea de aclarar el pasado y en colaborar con la justicia. No tenemos voluntad de ocultar nada. A menudo lamento la lentitud con la que se abordan los cambios en esta institución. También reconozco que las situaciones complejas no tienen soluciones fáciles ni explicaciones simples.



-¿Estas dificultades internas están en Bolivia o en Catalunya?

Las personas responsables de la Compañía de Jesús en la década de los 90 han fallecido, lo que supone una dificultad objetiva. Además, el hecho de que exista esta documentación (las cartas que publicó el diario español) a la que hemos tenido acceso muy recientemente, manifiesta que no ha existido suficiente voluntad de aclarar el pasado por parte de responsables anteriores.



-¿Cómo es esa cultura del silencio que les impide aclarar lo que ha pasado en la Compañía de Jesús?

Hay gente que miró hacia otro lado y que puso al abusador en el centro, no a la víctima. Y hay personas que aún no entienden la gravedad de los hechos, que son delictivos y comportan penas graves. Ahora nos parece incomprensible que en ese entonces no se tomaran medidas contundentes para detener a los abusadores y ponerlos en manos de la justicia.



-Marcos Recolons fue provincial en Bolivia durante los hechos y queda claro en las cartas que supo que Tó abusaba de menores en su país. Recolons sigue vivo, ¿le ha pedido explicaciones?

Conviene recordar que en Bolivia hay una causa judicial abierta por el caso de Tó y colaboramos con la justicia. En esta causa, la Compañía se ha personado como acusación. Marcos Recolons y Ramon Alaix, exprovinciales, están siendo investigados por encubrimiento. No he hablado con Recolons ni con Alaix, pero sí con responsables bolivianos de Entorno Seguro (la entidad jesuita que atiende a las víctimas de abusos sexuales).



-¿Qué les diría si hablara con ellos?

Compartiría algunos testimonios de personas abusadas por Tó para que comprendieran la gravedad de sus hechos durante décadas.

LOS TIEMPOS

0 0

También te podría gustar...