NILS CASSON DEL SEDES AFIRMA FIRMEZA EN ALERTA POR CONSUMO DE SÁBALO EN EL RIO PILCOMAYO 

Luego de la repercusión del informe del Director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Tarija, Nils Casson, sobre niveles elevados de mercurio y plomo en el río Pilcomayo y expresó que mantiene firme su postura, pese a que el Viceministerio de Salud haya desmentido y afirmado que no existen niveles de contaminación.
El estudio en cuestión, que arrojó niveles de alarma de mercurio y plomo en el agua del río Pilcomayo, ha generado una creciente preocupación en la región. En respuesta a la repercusión del informe, Casson declaró que el Sedes se mantiene firme en su posición de mantener la recomendación de evitar el consumo de agua del río, y destacó que esta medida se toma con el propósito de salvar la salud de la población.
Sin embargo, el Director del Sedes subrayó la importancia de que cualquier revisión de esta recomendación se lleve a cabo de manera imparcial y sin influencias políticas o económicas. Casson hizo un llamado al viceministerio para que se pronuncie de manera objetiva y garantice que la toma de decisiones esté libre de intereses externos.
Además, Casson instó a las instituciones tarijeñas a considerar la realización de un nuevo estudio a cargo de una organización internacional de renombre. Argumentó que el río Pilcomayo es un patrimonio inestimable para la región de Tarija, y un análisis independiente de alcance global podría proporcionar una visión más completa y precisa de la situación ambiental.
A pesar de la recomendación del Sedes de evitar el consumo de agua del río, Casson aclaró que hasta el momento no se ha registrado ningún paciente que haya presentado problemas de salud relacionados con la exposición al mercurio y plomo en la zona. Sin embargo, señaló que la alerta persiste a nivel departamental y en la región del Chaco, ya que la presencia de mercurio en el agua puede causar alteraciones neurológicas, especialmente en fetos en desarrollo, pudiendo desencadenar convulsiones. Por lo tanto, la advertencia se dirige especialmente a mujeres embarazadas y niños, quienes son considerados grupos vulnerables en esta situación.
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