Tras años de espera, Kylian Mbappé vestirá de blanco y el Real Madrid, falto de un goleador nato desde las salidas de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, contará con un nuevo tridente ofensivo Mbappé-Bellingham-Vinicius, capaz de hacer temblar a Europa.

Tras los Zidane-Figo-Beckham-Ronaldo y Benzema-Bale-Cristiano, el Real Madrid cuenta con unos nuevos galácticos que, ‘a priori’, se perfilan como uno de los mejores ataque del mundo.

Y a sus 25 años, Mbappé, que no acabó de complementarse con Neymar y Messi en el PSG, será, sin duda, la cabeza visible de este trío de jóvenes estrellas junto a Jude Bellingham, de 20 años, y Vinicius, de 23.

El campeón del mundo de 2018 intentará imitar las hazañas de su ídolo, Cristiano Ronaldo, que junto a Bale y Benzema llevó al Real Madrid a ganar tres Ligas de Campeones consecutivas a las órdenes de Zinédine Zidane (2016, 2017, 2018).

Tanto sobre el terreno como en el vestuario, francés, inglés y brasileño deberán cohabitar para abrir una nueva era en la exitosa historia del club merengue, por el que han pasado múltiples estrellas sin que no todas hayan podido triunfar.

– Desafío para Ancelotti –

Un desafío de altura para el entrenador italiano Carlo Ancelotti, que tiene el conocimiento táctico para dilucidar la forma de hacerlos jugar y la personalidad para dirigirlos en el vestuario. 

Su larga experiencia en la gestión de talentos y egos en Milan, Chelsea, PSG o Bayern de Múnich le vendrá muy bien para sacar el máximo a esta prometedora asociación y evitar una eventual batalla de ‘gallos’ en el seno del equipo.

Utilizado como 9 en el PSG, Mbappé seguramente tendrá que hacer algunas concesiones para integrarse en el sistema 4-4-2 en rombo construido en torno a Bellingham, que ha permitido al Real Madrid realizar una gran temporada -con títulos de Liga y de Champions- pese a la salida de Benzema.

Probablemente, tendrá que empezar por dejar su costado izquierdo a Vinicius para ocupar el eje derecho del ataque, donde brilló en el Mundial de 2018.

– Incluir a Rodrygo –

La otra opción que podría usar Ancelotti, más ofensiva, sería retrasar un poco a Bellingham para permitir a Rodrygo unirse por la derecha a Vinicius y Mbappé.

Y es que, aunque se haya convertido en goleador desde su llegada al Real Madrid, el Golden Boy de Birmingham sigue siendo un centrocampista ofensivo acostumbrado a jugar con otras estrellas en ataque, ya fuera el noruego Erling Haaland en el Dortmund, o en la selección inglesa con Harry Kane.

Vinicius, que con la ayuda de Ancelotti ha pasado de ser un extremo muy irregular a un atacante de élite capaz de derribar cualquier defensa podría verse beneficiado también por la presencia de Mbappé sobre el campo.

El brasileño ya no sería visto como la principal amenaza a reducir por los equipos rivales, que tendrían que mirar también hacia el otro lado.

– Equipo con futuro –

“Los buenos tienen que jugar. Lo importante es que se mantenga un equilibrio”, afirmaba Ancelotti en rueda de prensa el 17 de febrero, dejando entrever que tendría que buscar la forma de combinar sus figuras.

“Para mí lo más importante en un equipo son dos cosas, la calidad y el equilibrio. Si eres capaz de combinar estas dos cosas, tendrás éxito”, aseguró.

La llegada de Mbappé también supone un paso más en la renovación generacional del efectivo ‘merengue’, que va poco a poco deshaciéndose de sus jugadores más veteranos para dejar paso a los jóvenes.

En esta temporada, Kroos, que anunció su retirada, y Modric han dejado cada vez más espacio en el centro del campo a los Camavinga, Valverde o Tchouaméni.

Tanto talento recuerda, en efecto, a la era galáctica del Real Madrid a inicios de los años 2000, pero frente a los Figo, Beckham o Zidane que llegaron casi en la treintena, las nuevas estrellas tienen todavía por delante un largo recorrido para seguir cosechando éxitos.

 

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