EVO MORALES AFIRMA QUE EXISTIRÁ “FRAUDE MONUMENTAL” Y PIDE DELEGADOS PARA CONTROLAR EL VOTO NULO QUE PROMUEVE

En un giro que revela su repliegue táctico, Evo Morales parece haber asumido que no será habilitado como candidato para las elecciones del 17 de agosto. Pero lejos de quedarse al margen, el exmandatario ha encontrado una nueva forma de influir: alentar el voto en blanco como forma de protesta y debilitar a la oposición.

“Si no está Evo en la papeleta, voto blanco”, declaró el exlíder del MAS durante su programa dominical por Radio Kawsachun Coca (RKC), desde donde también llamó a desplegar delegados en las mesas para fiscalizar ese tipo de voto, pese a que no se trata de una candidatura formal. “El voto blanco tiene que tener delegados para el control, no porque va a haber voto blanco no va tener delegados”, insistió.

Morales justificó su preocupación por la fiscalización recordando presuntas irregularidades en los comicios del año 2002. Aseguró que entonces su partido ganó las elecciones, pero fue víctima de fraude debido a la falta de delegados en zonas clave como el Casco Viejo de Santa Cruz. Según su versión, los votos del MAS fueron adjudicados a otros partidos, como el MNR y el MIR.

Mientras se aproxima la cita electoral, el «evismo» comienza a activar su maquinaria en paralelo. Desde Santa Cruz, sus bases anunciaron que mañana arrancará una campaña destinada a impulsar el voto nulo, con la apertura de al menos 15 casas de campaña en el departamento.

La doble apuesta del expresidente —promover el voto blanco y a la vez fomentar el voto nulo— evidencia una estrategia de resistencia para socavar la legitimidad de los comicios desde afuera, en un contexto donde su inhabilitación ha redefinido el tablero político.

El mensaje de Morales busca al mismo tiempo preservar su liderazgo simbólico y poner en entredicho un proceso electoral del que ha quedado excluido, pero que no está dispuesto a dejar transcurrir sin su sombra.