CON SOLO 7 AÑOS, EL BOLIVIANO ADLER MAMANI BRILLA EN EL CAMPEONATO MUNDIAL DE AJEDREZ Y SE CONSAGRA CAMPEÓN

Desde los 4 años, Adler Esau Mamani Choque mostró un interés inusual por el ajedrez. Inspirado al ver a su padre y a su padrino jugar, pidió tener un profesor para aprender los secretos de este juego milenario. Ahora, con solo 7 años, Adler lleva tres años practicando ajedrez y ya ha logrado hazañas impresionantes tanto a nivel nacional como internacional.

A los 5 años, Adler ya estaba compitiendo en torneos nacionales. Enfrentándose a niños mayores y a su misma edad, su talento natural y su capacidad para pensar varios movimientos por delante lo distinguieron rápidamente. Participó en torneos “todos contra todos”, derrotando a jugadores más experimentados y ganándose el respeto de la comunidad ajedrecística local.

El siguiente gran paso en su joven carrera llegó a los 6 años, cuando viajó a Lima, Perú, para competir en los Juegos Panamericanos de Ajedrez. Su padre, consciente de la importancia del apoyo emocional y la buena alimentación, lo acompañó, asegurándose de que su hijo tuviera todo lo necesario para rendir al máximo. “A veces el tema psicológico juega en contra, entonces lo acompaño yo, además de que la alimentación es muy importante”, explicó su padre con orgullo.

Este año, con 7 años recién cumplidos, Adler ha continuado cosechando éxitos. En el Campeonato Mundial Escolar de Ajedrez FIDE, disputado en la provincia del Callao, Perú, se consagró campeón en la modalidad Blitz de la categoría Sub 7 absoluto. Además, se llevó dos medallas de plata en las modalidades rápida y clásica, superando a oponentes de países como Paraguay y Perú.

No obstante, el camino no ha sido siempre fácil. En una ocasión, un error de cálculo le costó una partida crucial. Desconsolado, corrió hacia su padre, quien con palabras de aliento le dijo: “Mañana se puede, papito, no hay que perder las esperanzas”. Estas palabras no solo lo reconfortaron, sino que también le dieron la fuerza para seguir adelante y mejorar continuamente.

Pese a sus logros, la familia de Adler ha enfrentado serias dificultades económicas. Su padre ha tocado puertas en varias instancias gubernamentales, desde la alcaldía hasta el Ministerio de Deportes, buscando apoyo para los viajes y las competencias, pero todas sus solicitudes han quedado sin respuesta. “Quiero dirigirme a las autoridades para que apoyen a los deportistas… mi hijo tiene mejores oportunidades por la edad, y está próximo a disputar el Panamericano en Estados Unidos y otro en Paraguay porque en Bolivia hay mucho talento en general”, expresó el padre en contacto con Radio Luis de Fuentes.

Su historia no solo es una inspiración, sino también un llamado a la comunidad y a las autoridades para apoyar a jóvenes talentos que, como él, tienen el potencial de llevar el nombre de Bolivia a los más altos escenarios internacionales.

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