CLAUDIA SHEINBAUM JURÓ COMO PRESIDENTA DE MÉXICO

Claudia Sheinbaum juró este martes como la primera presidenta de México tras un abrumador triunfo electoral. Sucede en el cargo a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), su mentor, al que le dedicó sus primeras palabras como mandataria.

Lo calificó como el “luchador social más importante de México” y el “mejor presidente de la historia”, agradeciéndole su papel al frente de México y asegurando que ahora comienza “el segundo piso de la cuarta de transformación” que comenzó con el Gobierno de AMLO.

Además, Sheinbaum aseguró que con ella “llegan todas las mujeres al cargo”, destacando que es la primera mujer que asume el cargo de presidenta en toda su historia.

La izquierdista exalcaldesa de Ciudad de México, de 62 años, asume el poder en el país de habla hispana más poblado del mundo -129 millones de habitantes- en presencia de numerosos dignatarios extranjeros, como el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.

Científica de carrera, Sheinbaum alcanzó la victoria con la promesa de continuar con la agresiva agenda de reformas del presidente izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, su mentor.

El mandatario saliente dejó el palacio presidencial tras un mandato único de seis años (en México no hay reelección) y una popularidad cercana al 70%, principalmente por sus políticas enfocadas en ayudar a los más pobres.

Cede a Sheinbaum el liderazgo de una nación donde los asesinatos y secuestros son cotidianos y los sanguinarios cárteles de la droga controlan vastas porciones del territorio.

La creciente violencia criminal, vinculada al narcotráfico y a bandas dedicadas a la extorsión, entre otros delitos, deja un saldo de más de 450.000 asesinatos en el país desde finales de 2006.

Aunque Sheinbaum ha dicho que mantendrá la polémica estrategia de su predecesor de “abrazos, no balazos”, basada en emplear políticas sociales para abatir las causas de la criminalidad, algunos expertos esperan cambios en su enfoque.

“Será una versión modificada del ‘abrazos no balazos’ que dependerá más de la inteligencia, y que será por lo tanto más eficaz en lograr resultados”, estimó la profesora Pamela Starr, especialista en México de la Universidad del Sur de California.

Tal estrategia, aplicada por Sheinbaum cuando gobernó Ciudad de México, “fue muy exitosa en reducir el crimen”, agregó.

La nueva presidenta también deberá afrontar las consecuencias de una polémica y reciente reforma judicial, que convertirá a México en el único país del mundo en elegir a todos sus jueces por voto popular.

López Obrador alega que este cambio era necesario para limpiar un poder judicial “podrido” que sirve a los intereses de la élite política y económica.

La reforma constitucional, cuyos críticos argumentan que hará más fácil que los políticos y el crimen organizado influyan en los tribunales, molestó a los inversores extranjeros, así como a sus principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá.

Aun así, expertos creen que Sheinbaum mantendrá buenas relaciones con quien gane las elecciones estadounidenses de noviembre próximo, especialmente si es la demócrata Kamala Harris, quien también sería la primera mujer presidenta de su país.

Aunque todavía habrá “cierta tensión y fricción”, especialmente en torno a la migración, la realidad es que ambos países reconocen la importancia de la relación bilateral, dijo Bozmoski.

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