BOLIVIA SUBE DOS PUESTOS Y SE SITÚA EN EL 126 DEL ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE CORRUPCIÓN

En 2022, Bolivia aumentó un punto en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) realizado anualmente por Transparencia Internacional (TI), lo que posiciona al país en el puesto 126 del listado. Comparado con 2021, esto supone un ascenso, ya que entonces ocupó el lugar 128 con 30 puntos.

Desde 1995, el Índice de Percepción de la Corrupción de TI clasifica a 180 países y territorios en una escala de cero (muy corruptos) a cien (muy limpios).

Dinamarca (90), Finlandia (87) y Nueva Zelanda (87) repiten este año como los países menos corruptos del mundo, mientras que Sudán del Sur (13), Siria (13) y Somalia (12) registran los índices de corrupción más elevados.

Con 31 puntos, Bolivia se encuentra en el puesto 126 de los 180 países analizados, lugar compartido con Laos, México y Uzbekistán. Este puntaje se encuentra por debajo del promedio regional, que es de 43.

El mejor resultado alcanzado por Bolivia desde 2012 -año en el que se cambió la escala de puntuación- fue de 35, en 2014, mientras que el más bajo fue en 2018 con 29 puntos. En cuanto al mejor puesto alcanzado, fue en 2015, cuando Bolivia subió al lugar 98, y el peor fue en 2018 cuando bajó al 132.

El IPC 2022 que Transparencia Internacional dio a conocer hoy pone de manifiesto que la mayor parte del mundo sigue sin combatir de lleno la corrupción, ya que el 95 % de los países solo han conseguido avances “mínimos o nulos” desde 2017..

“La corrupción ha hecho que nuestro mundo sea un lugar más peligroso. Los gobiernos no han logrado, de manera colectiva, contrarrestar este fenómeno y, con esto, agudizan el aumento de la violencia y el conflicto que se observa en la actualidad, lo cual plantea peligros para las personas de todas partes del mundo. La única salida ante esta situación es que los Estados enfrenten la ardua tarea de erradicar la corrupción en todos los niveles para asegurar que los gobiernos trabajen para todas las personas y no solo para una élite reducida”, expresó Delia Ferreira Rubio, presidenta de TI.

Este año, 26 países –entre los cuales se encuentran el Reino Unido (73), Catar (58) y Guatemala (24) – han alcanzado niveles mínimos históricos.

Los países que más descendieron son: Luxemburgo (77), Canadá (74), el Reino Unido (73), Austria (71), Malasia (47), Mongolia (33), Pakistán (27), Honduras (23), Nicaragua (19) y Haití (17).

Situación en América e invasión a Ucrania

Por cuarto año consecutivo, América obtiene una puntuación media de 43 sobre 100 en el IPC. La falta de medidas contundentes para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones públicas facilita las actividades de la criminalidad organizada, debilita la democracia y los derechos humanos, y amenaza el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reflexionó TI.

A la cabeza del ranking regional se ubican Uruguay y Canadá, cada uno con una puntuación de 74, seguidos por Estados Unidos con 69. Venezuela (14), Haití (17) y Nicaragua (19), se encuentran en lo más bajo.

“En América Latina, las instituciones públicas débiles y sin rendición de cuentas han creado un terreno fértil para el crecimiento del crimen organizado, propiciando la violencia y la inseguridad. Estos son algunos de los problemas que más preocupan a los latinoamericanos, junto con la corrupción y la economía.  En muchos países, las autoridades responsables del cumplimiento de la ley y funcionarios corruptos colaboran con bandas criminales o aceptan sobornos a cambio de hacer caso omiso de sus actividades ilícitas”, aseguró el organismo.

Por otro lado, para enfrentar al crimen organizado y a la violencia de pandillas, algunos gobiernos han adoptado medidas extremas que concentran el poder en el órgano ejecutivo, las cuales reducen la transparencia y la rendición de cuentas y plantean amenazas graves para los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Este es el caso de la declaración de estados de excepción en países como El Salvador (33), Ecuador (36) y Honduras (23).

“En nombre de la seguridad, estos gobiernos redujeron el espacio cívico, limitando la capacidad de supervisión y control por parte de otros actores y agravando sustancialmente los riesgos de corrupción y el retroceso democrático que padece la región”, destacaron.

Sobre el conflicto en Ucrania, TI afirmó que supuso un recordatorio contundente de la amenaza que plantean la corrupción y la falta de rendición de cuentas gubernamental para la paz y la seguridad globales.

Sostuvo que en Rusia (28), los cleptócratas han acumulado “fortunas inmensas” prometiendo lealtad al presidente Vladimir Putin a cambio de obtener contratos lucrativos con el gobierno y de que se protejan sus intereses económicos.

“La ausencia de frenos al poder de Putin le permitió intentar conseguir sus ambiciones geopolíticas con impunidad. Este ataque desestabilizó al continente europeo, puso en riesgo la democracia y se cobró decenas de miles de vidas humanas”, lamentó la entidad.

“Transparencia Internacional insta a los gobiernos a priorizar los compromisos contra la corrupción, reforzando los mecanismos de pesos y contrapesos, reivindicando los derechos a la información y limitando la influencia privada para, finalmente, liberar al mundo de la corrupción y de la violencia que esta trae aparejada”, finalizó

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