BOLIVIA RECHAZA A STARLINK INTERNET DE ELON MUSK Y APUESTA POR SU ANTIGUO SATÉLITE CHINO TÚPAC KATARI

En el país donde cargar una página web puede tomar minutos y en zonas rurales se trepa a los árboles para captar señal, la llegada de Starlink —el servicio de internet satelital de Elon Musk— parecía una solución esperada. Sin embargo, Bolivia le dijo “no” a la propuesta. Así lo afirma un reportaje publicado el domingo por The New York Times. 

El gobierno boliviano se negó a otorgar la licencia de operación a Starlink, optando por mantener el servicio de su satélite nacional, fabricado en China y con casi 12 años de antigüedad. La decisión ha desatado críticas en una nación donde más del 40% de los hogares carecen de internet de banda ancha y la conectividad es vital para educación, salud y emergencias.

Autoridades locales advierten que permitir a Musk operar podría significar ceder soberanía tecnológica y abrir la puerta a una competencia desigual. “Starlink tiene superioridad tecnológica, pero no puede entrar sin reglas claras”, afirmó Iván Zambrana, director de la Agencia Boliviana Espacial.

Mientras países vecinos como Brasil y Chile adoptan masivamente el servicio satelital, Bolivia teme depender de una empresa con creciente poder político y comunicacional. Pero el viejo satélite nacional podría quedarse sin combustible en apenas tres años.

En el pulso entre soberanía y conectividad, Bolivia ha optado por lo primero, aunque la brecha digital siga creciendo.

RED UNO

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