BOLIVIA: INVIERNOS CADA VEZ MÁS CALIENTES
Mañanas frías y mediodía con extremo calor, ¿por qué últimamente hay tanta diferencia de temperatura? Eso se debe a que Bolivia vive una ola de calor invernal. Esto causa que las temperaturas mínimas y máximas de la época de invierno sean cada vez más elevadas al promedio habitual.
La ola de calor invernal es un fenómeno que afecta a Sudamérica y está relacionado con la crisis climática. De esta forma se explica el calor en invierno que ha superado los récords de temperatura en 2023 y este año continúa la tendencia.
Según los expertos, el cambio climático está alterando los patrones de la naturaleza, provocando olas de calor en pleno invierno austral en varios países de la región.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió en 2023 que la era del calentamiento global había terminado, dando paso a la etapa de la “ebullición global”, al tiempo que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que julio de 2023 pasó a la historia como el más cálido jamás registrado por la humanidad.
Este fenómeno provoca que en algunas zonas del país la temperatura sea superior en hasta 9 grados centígrados de lo que habitualmente se registraba en esta época de invierno. Ese es el caso de Villa Montes, en Tarija, que habitualmente registraba en junio temperaturas máximas de hasta 29 grados centígrados, pero este junio se registraron 38 grados.
El panorama es similar en otras ciudades, como Oruro, que registra un promedio de 17 grados, pero este mes llegó a 21,3 grados centígrados. Esta variación fue menor en La Paz, que registra habitualmente de 21 grados, pero este junio tuvo máximas de 23 grados. En cambio, Cochabamba ha registrado a principios de este mes 34,4 grados, cuando solía registrar 32 grados como máximas en invierno, explicó el analista de meteorología y climatología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Marcelo Peñaloza.
Este fenómeno no es reciente, pues ya se registró en 2023 en Bolivia. “Las temperaturas máximas son más elevadas que otros años. No es algo que afecta sólo a Bolivia, se está dando en toda Latinoamérica. Esto depende de muchos factores, como la salida de la época del fenómeno de El Niño, que trae diferentes consecuencias, cambio de estación; también los efectos del fenómeno de La Niña”, dice Peñaloza.
El responsable del Centro de Monitoreo Climático de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Marco Andrade asegura que los dos últimos inviernos fueron más calientes de lo habitual, pero eso no quiere decir que no se registren temperaturas bajas.
Andrade también señala que las temperaturas mínimas promedio son cada mes más altas de lo habitual. “En la ciudad de Cochabamba se registraron temperaturas mínimas de 8 grados centígrados, cuando habitualmente solían ser 5 grados. A nivel global se ve que los inviernos son menos intensos en el planeta, es parte del calentamiento global y cambio climático”, dice.
Según el análisis del Centro de Monitoreo Climático de la UMSS, en abril se registraron temperaturas más altas de lo normal en todo el país, sin excepción. En mayo fueron más altas de lo normal sólo en el altiplano y región subandina y más frías de lo normal en el Chaco y normales en los llanos orientales y la Amazonía.
En Cochabamba, la variación fue de 2 grados por encima del promedio. “La tendencia para este mes de junio es que concluya con temperaturas más altas. Eso no significa que no haya días fríos, sino que los días fríos de este año están siendo menos intensos que lo que se acostumbra para esta época”, detalla Andrade.
La ola de calor invernal es un fenómeno meteorológico en el que se registran temperaturas anormalmente altas durante la temporada de invierno. Aunque las olas de calor son más comunes y ampliamente reconocidas en verano, explica la física del Centro de Monitoreo del Clima de la UMSS, Rocio Guzmán.
El centro detalla que las temperaturas a nivel global han ido batiendo récords mes tras mes durante el último año. Sin embargo, el aumento de temperaturas no es el mismo en todo el planeta, pudiendo darse incluso situaciones de frío extremo ocasionalmente en algunas regiones.
Las estimaciones de los climatólogos es que se continúen registrando inviernos más cálidos. Por otro lado, también se espera un aumento de otro tipo de eventos extremos como olas de calor en verano y precipitaciones intensas fuera de temporada, lo que puede causar sequías e inundaciones.
Consecuencias
Las temperaturas extremas tienen varios efectos negativos, como el aumento del riesgo de enfermedades relacionadas con el calor especialmente en niños y ancianos, mayor incidencia de enfermedades transmitidas por vectores (como dengue y malaria) debido a la expansión del hábitat de mosquitos. En el sector agricultura, causa aumento de la evapotranspiración y estrés hídrico.
En conclusión, las temperaturas extremas afectan negativamente la salud y bienestar de la población, deterioran infraestructuras, reducen la productividad y la calidad de la agricultura, incrementando los costos y riesgos económicos para comunidades agrícolas. Adaptarse a estos cambios es crucial para asegurar la sostenibilidad y seguridad alimentaria, recomienda el Centro de Monitoreo Climático.
El calor invernal también causó que el frío que ya se sentía en mayo no se percibiera. El calentamiento global también causó el retraso de la época de lluvias 2023-2024.
“El clima y las lluvias se comportan distinto a lo habitual. Las lluvias se retrasan. Todo esto afecta a la agricultura y sus ciclos, pues los productos tienen sus épocas. En noviembre debe llover para tener productos meses después; como los ciclos se alteran, hay productos que escasean”, explica Andrade.
“En 2023, el calor invernal impactó sobre la pérdida del manto de hielo de la cordillera de los Andes, que a su vez da agua para la agricultura y consumo de comunidades de Bolivia, Chile y de Argentina”, informó la comunicadora del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, Cindy Fernández.
“Sin embargo, habría que considerar que el invierno tan cálido en países de América del Sur altere los tiempos de la producción de los cultivos”, agregó. Hubo animales que están en hibernación en invierno y el calor podría cambiar el ciclo.
Fenómenos extremos
La primera quincena de junio, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que se registraron temperaturas elevadas de hasta 40 grados en municipios del oriente del país y había posibilidad de inundaciones por intensas lluvias en cuatro sectores.
En esa fecha, el Senamhi también emitió una alerta naranja por olas de calor para 40 municipios de Santa Cruz, 14 de Beni y 11 de Pando. “Se espera que se registre un incremento de entre uno y dos grados Celsius.
En el Chaco podría registrarse hasta 40 grados”, dijo Calvimontes y agregó que este fenómeno es poco común en estas fechas.
Los municipios de Riberalta y Guayaramerín, en Beni, y Shinahota y Villa Tunari, en Cochabamba, tenían alerta por intensas lluvias.
El Viceministro de Defensa Civil pidió a las autoridades municipales y pobladores de los lugares tomar previsiones para mitigar los efectos.en 2023
El año pasado, en gran parte de América del Sur, se sintió un invierno que fue casi como un verano y en el hemisferio norte hubo olas de calor intensas.
En julio de 2023 se batieron todos los récords en la historia de la meteorología. Se confirmó que la temperatura media global fue la más alta registrada para cualquier mes en la Tierra, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea.
“A diferencia de las que ocurren en verano, las olas de calor de invierno no implican temperaturas suficientemente altas como para poner en riesgo la salud humana. Sin embargo, estas olas de calor como las que estuvieron ocurriendo en Sudamérica los días pasados sí pueden tener efectos negativos en varios elementos del sistema climático como el suelo y la nieve”, explicó Raúl Cordero Carrasco, investigador en climatología del departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile.
“Las altas temperaturas durante el invierno de Sudamérica pueden exacerbar la sequía al aumentar la evapotranspiración del suelo o pueden derretir prematuramente la nieve estacional que actúa como reservorio natural de agua para muchas comunidades andinas”.
En países de Sudamérica, como Argentina o Chile, “tuvimos temperaturas de verano en la estación de invierno. Es mucho más anormal las temperaturas altas en invierno que lo que pasó en el hemisferio norte, que registró olas de calor en el verano”, explicó Cindy Fernández. También algunas regiones de Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil registraron temperaturas de casi 39 grados.
Perú registró una temperatura de 27,6 grados en un día de invierno, asegura Yuri Escajadillo, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de ese país (Senamhi).
Esas condiciones cálidas del tiempo hicieron que haya personas practicando surf, pesca y en descanso en las playas de Lima en un mes impensado. En Bolivia, en cambio, el lago Titicaca sufrió una sequía extrema y su nivel de agua se aproximó a mínimos históricos.
Vía: Los Tiempos
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