‘BOCA ES BASURA’: POLICÍA FANÁTICO DEL XENEIZE SE QUITÓ LA VIDA TRAS EL 1-2 Y SU MAMÁ CULPÓ AL CLUB

Marcelo M. tenía apenas 23 años, era policía y profesaba un fanatismo singular por los colores de Boca Juniors. Tras la caída que el Xeneize experimentó el sábado pasado en la final ante el Fluminense, por la Copa Libertadores (1-2), el uniformado tomó la decisión más radical.
El resultado, el hecho de que Boca no consiquiera alzar la séptima copa le pesó. Por ello, Marcelo acabó con su vida.
El trágico fin del agente policial sucedió en Don Orione, provincia de Buenos Aires.
Hubo muchos indicadores que habían dado luces sobre el estado anímico y mental del servidor del orden. Su madre, Verónica, en diálogo con el canal Crónica TV, relató que él “era re fanático de Boca”.
“Si perdía estaba mal, se ponía triste, pegaba piñas, decía que era lo más grande Boca. Me lo mataron. Yo ahora no lo tengo y no hay ningún jugador que me dé el pésame”, fueron las palabras de la madre doliente.
Ante el dolor de la pérdida, Verónica cargó con dureza en contra del club. “Boca es una basura porque me mató a mi hijo y ahora no lo tengo. No hay nadie que a mí me dé el pésame”.
El cuadro presidido por Juan Román Riquelme cayó el sábado en el Maracaná. La expectativa en torno a una hipotética victoria era grande en buena parte de la población argentina.
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