BLOOMBERG ALERTA: NUEVO GOBIERNO ANTE RIESGO DE ‘DOLARIZACIÓN DE FACTO’

La escasez de divisas y el desequilibrio en el tipo cambiario, entre la cotización oficial y del mercador paralelo, mantienen una presión sobre el boliviano que pueden llevar al país a una “dolarización de facto por colapso funcional”, según analistas.

El portal de noticias financieras Bloomberg advierte que el nuevo presidente de Bolivia se enfrentará al reto de atajar los distintos tipos de cambio paralelo que surgieron a raíz de la escasez actual de divisas.

Y alerta que el giro hacia un nuevo Gobierno luego de más de 20 años de dominio del Movimiento Al Socialismo (MAS) marcará la estrategia para salir de la crisis económica.

El reporte remarca que entre los principales desafíos del próximo presidente en Bolivia está lograr unificar al país y llevar a cabo las reformas ante las señales de crisis en la economía, especialmente a raíz de la falta de dólares, la alta inflación y la escasez de bienes básicos.

En ese marco, analiza que mantener la paridad del tipo de cambio oficial de Bs 6,60 por dólar, fijada desde 2011, es una tarea cada vez más desafiante. El denominado dólar paralelo o digital se negocia actualmente por encima de Bs 13.

«Bolivia no está en riesgo de una dolarización clásica, pero sí está atrapada en una forma más peligrosa: una dolarización de facto por colapso funcional», dijo a Bloomberg Línea Jonathan Fortún, economista del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).

Dólares

Explicó que, si bien «no hay voluntad política para adoptar el dólar como moneda oficial, ni condiciones técnicas para hacerlo de forma ordenada», si las reservas del país siguen cayendo, el crédito desaparece y la moneda local pierde valor transaccional, «lo que queda es un régimen donde la gente escoge el dólar por supervivencia. Eso no es dolarización, es expulsión del boliviano».

La consultora Control Risk también ve un riesgo de que Bolivia pueda encaminarse a una dolarización de facto. «No obstante, no parece inminente que el próximo gobierno formalice esta dolarización», dijo Eduardo Ruiz, analista para la región Andina de Control Risks.

Al respecto, Luis Fernando Romero, economista e investigador, explica que «los agentes económicos están fijando sus precios y contratos en dólares», lo que «erosiona claramente el papel del boliviano» y empuja a una adopción más fuerte de la divisa estadounidense.

Además, el informe alerta que una de las principales preocupaciones expresadas por los analistas es que el actual régimen cambiario de Bolivia se encuentra al borde del colapso, en la medida en que el tipo de cambio fijo hoy no está garantizado por ninguna ancla real.

De acuerdo con cifras del IIF (Instituto de Finanzas Internacionales), mientras las reservas netas son críticas, el déficit fiscal consolidado supera el 16% del PIB y el Banco Central ha perdido capacidad de sostener la paridad sin recurrir a emisión o represión financiera.

Según Fortún, ya se evidencian importaciones paralizadas, pagos bloqueados y presión sobre la banca, un escenario que erosiona la actividad y alimenta la inflación.

“El próximo presidente tiene sólo dos caminos: reordenar o colapsar. Si intenta preservar el tipo de cambio sin resolver el déficit, terminará quemando los últimos cartuchos y acelerando una crisis mayor», dijo Fortún.

Ajustes graduales

Pero si opta por una flotación desordenada sin ancla fiscal y sin un programa de estabilización, «el resultado será inflación, informalidad y más demanda de dólares».

El economista del IIF subraya que las opciones son limitadas: sin financiamiento externo y un ancla fiscal creíble, Bolivia enfrentará más escasez, inflación e informalidad.

Desde Control Risk proponen que para abordar el desequilibrio cambiario y prevenir una dolarización informal, el próximo presidente debería considerar las siguientes medidas:

– Implementar «una devaluación escalonada» o un esquema «crawling peg», que permita ajustes graduales del boliviano frente al dólar y reduzca la presión sobre las reservas.

– Lanzar una campaña de «bolivianización» del sistema financiero, incentivando depósitos créditos en moneda nacional para recuperar el control de la política monetaria.

– Reconstruir reservas mediante un fortalecimiento de las exportaciones, la atracción de inversión y acceso a financiamiento externo, lo que según él proporcionaría mayor margen para gestionar el tipo de cambio

– Restablecer la confianza y credibilidad macroeconómica a través de una reforma presupuestaria sólida o apoyo del FMI, reforzando así la estabilidad cambiaria y evitando movimientos especulativos.

LA RAZON

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