BICENTENARIO DE BOLIVIA: FESTEJOS DESLUCIDOS Y CON POCA EXPECTATIVA
Los festejos por el Bicentenario de Bolivia, que se desarrollarán desde el 22 de julio hasta finales de agosto, llegan deslucidos y con poca expectativa en la población. La mayoría de los bolivianos está concentrada en las elecciones generales que se aproximan, lo que opaca la importancia de la conmemoración histórica.
Los debates políticos pobres, los reiterados llamados a la unidad y las noticias constantes sobre el Tribunal Supremo Electoral (TSE) dominan la agenda pública y mediática. Pocos ciudadanos prestan atención a los actos oficiales y culturales organizados para el Bicentenario, al igual que la mayoría de los medios de comunicación, que centran su cobertura en los procesos electorales.
El viceministro de Patrimonio e Industrias Culturales y Creativas, Juan Carlos Cordero, destacó la programación oficial, cuyo momento cúspide será el 6 de agosto en Sucre, pero reconoció que el interés social está disminuido por la coyuntura política y electoral.
La invitación a embanderar hogares y negocios con la tricolor como símbolo de unidad nacional apenas logra movilizar a la ciudadanía, que mantiene una baja participación y poco entusiasmo por los eventos conmemorativos.
Así, el Bicentenario se celebra en un contexto de marcada atención electoral, donde la historia parece quedar en un segundo plano frente a la inmediatez de la política y las campañas.
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