LARVAS “TUYU – TUYU” EL NUTRITIVO MANJAR DE LA AMAZONIA BOLIVIANA

El tuyu-tuyu se come así: dedo índice y pulgar a la cabeza que es negra y pequeña en comparación al cuerpo blanco y regordete, y se lleva a la boca. La piel del tuyu-tuyu, al menos cuando ha sido cocinada, es dura y chiclosa, y casi imposible de cortar con los dientes, hay que sorberla. Morder la cabeza, dicen, no es la mejor manera de vivir la experiencia gastronómica de tragarse esta larva.

Luego de recorrer un camino de tierra en medio de la selva se llega a Irimo, una comunidad indígena de la Amazonia boliviana, donde, está el árbol de motacú, una palmera nativa en cuyo tallo reposan las larvas de un insecto que los integrantes recolectan y consumen. Las llaman tuyu-tuyu, mojojoy o suri, dependiendo de la zona, y es la larva del escarabajo Rhynchophorus palmarum.

Se dice que sabe a nueces, pero en realidad el sabor es lo último en lo que se piensa cuando se muerde. Lo primero es la grasa: el líquido aceitoso que llena la boca, que unta la lengua y el paladar y los dientes. Luego la piel, con la que se lucha en la boca y que se va pegando por ahí en las muelas.

No es una experiencia traumática. Su sabor y su textura no son los más extraños que podrán probar en la vida. Pero eso no borra el hecho de haber agarrado una larva para llevársela a la boca.

El tuyu-tuyu en Bolivia es un plato, pero también una rareza para los turistas. Hay quienes se lo comen directo y crudo, de la tierra o de la pecera, pero también los hay fritos o asados en brocheta. Esta última es la mejor opción para quienes lo van a probar por primera vez. Dicen que es un gran alimento de la selva, pero el tuyu-tuyu para muchos es una historia que contar, una foto de Instagram: viscosos pero sabrosos.

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