SIGUE EL CONFLICTO POR EL BONO: ÁÑEZ VE UNA ‘BURLA’ Y EL MAS LE EXIGE TRANSPARENCIA

El pago del Bono contra el Hambre de Bs 1.000 sigue en el limbo, mientras el conflicto de poderes se acentúa. La presidenta transitoria, Jeanine Áñez, insistió en que la oposición en el Legislativo apruebe créditos para cumplir con el beneficio, mientras que el Movimiento Al Socialismo (MAS) volvió a demandarle transparencia para brindar atención a su solicitud.

Áñez propuso un Bono Salud de Bs 500, empero, el MAS dobló la oferta, ya que su candidato presidencial, Luis Arce, planteó el Bono contra el Hambre de Bs 1.000, que fue aprobado por la Asamblea Legislativa, donde la oposición es mayoría. Y determinó que sea financiado con $us 200 millones del préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) del Banco Mundial (BM), y $us 450 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La Mandataria objetó la ley sancionada por el Legislativo y, tal como los remarcó el ministro de Economía, Óscar Ortiz, esos recursos no pueden ser utilizados porque ya están destinados para otros fines, por lo cual solo queda que la Asamblea dé vía libre al uso de los créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI) por $us 327 millones, de la Corporación Andina de Fomento (CAF) por $us 350 millones y de la cooperación francesa por $us 119 millones.

Los fondos del FMI han provocado un enfrentamiento entre ambos poderes, ya que el MAS se opone a aprobarlos bajo el alegato de que el Gobierno no transparenta las condiciones que tienen que ver con los intereses, el plazo, entre otros puntos. El Ejecutivo aseguró que hay intereses políticos de la oposición para no avalar la utilización de esos recursos externos y ha dejado en claro que no promulgará la norma del Bono contra el Hambre porque es “inviable”.

El sábado, en un acto en Beni, Áñez insistió en que no es posible pagar el bono tal como plantea el MAS. “La Asamblea lo que ha hecho es aprobar una ley para el Bono contra el Hambre. No nos interesa como se llame el bono, lo que nos interesa es ayudar a las familias a paliar en algo todo lo que se necesita en un momento de crisis, pero resulta que ellos aprueban una ley sin los recursos suficientes, sin liberar los créditos aprobados por los organismos internacionales”.

“Eso no es justo, no es correcto burlarse de la necesidad de la gente. Ellos tienen que liberar esos recursos para que nosotros podamos entregar el Bono Salud. Vamos a seguir diciéndoles que se pongan la mano al pecho y que liberen los recursos económicos”, remarcó. Más aún, dijo que “no es momento de hacer política”, cuando sus rivales electorales la acusan de hacer proselitismo en sus actos oficiales, spots y discursos, y le piden renunciar a su candidatura.  

El MAS le exigió nuevamente transparencia. Otilia Choque, presidenta de la Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas de la Cámara de Diputados, aclaró que “nadie está politizando el tema, lo único que queremos es que se cumpla la Constitución, que un crédito cumpla con las leyes y se sepa dónde va a ser destinado; que el Gobierno especifique dónde va a ir el crédito (del FMI), que sea transparente y nosotros lo aprobamos”.

Criticó que el Gobierno primero diga que los préstamos son reponer lo gastado en otros bonos otorgados durante la pandemia, y luego que serán utilizados para la creación de otro. “El Ejecutivo no especifica bien. Además, informar que solo nos falta aprobar un crédito de la CAF, nada más, no hay otros para aprobar. El crédito del FMI está rechazado por la irresponsabilidad el Órgano Ejecutivo, que no ha cumplido con las leyes”, dijo Choque.

Mientras que una comisión mixta de las cámaras de Diputados y de Senadores se encargará de revisar las observaciones hechas por Áñez a la norma que avala el Bono contra el Hambre. La información fue proveída el viernes por el presidente de la Cámara Baja, Sergio Choque (MAS). La meta es mejorar la redacción de normativa y se estima que el trabajo de los asambleístas encomendados para esta revisión sea realizado durante la siguiente semana.

LA RAZÓN