EL CANAL DE TV ABYA YALA, EL REGALO IRANÍ A EVO A LA DERIVA

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El canal de televisión Abya Yala vuelve a cambiar de gerencia y encara otra reestructuración. El medio, que fue un regalo iraní a Evo Morales, atraviesa una crisis  financiera tras denuncias de falta de pago a los trabajadores, deudas  y un ambiguo estatus legal. Atrás quedaron los años de bonanza, cuando la publicidad oficialista solventaba a un equipo del que salió la actual viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón. 

Desde su creación, en 2012, fueron gerentes de  Abya Yala televisión: Katia Gumucio, los ex ministros Pablo Groux y Amanda Dávila, la exviceministra Claudia Espinoza y  Rosario Aquim. Ahora a la cabeza de la reestructuración se encuentra, otra vez, Dávila.

“Abya Yala es al mismo tiempo fundación y canal de televisión, ello le impide facturar por ciertos trabajos y ése es un primer escollo. La crisis actual es antigua y se agravó con la pandemia y el bloqueo de publicidad del pasado gobierno:  se arrastran  deudas a Impuestos y también salarios”, explica Aquim, comunicadora y escritora que asumió la gerencia del medio entre enero de 2020 y marzo de 2021.

En 2019, el gobierno transitorio denunció que  el canal Abya Yala fue beneficiado con una millonaria pauta publicitaria estatal durante el gobierno de Evo Morales. Sólo entre 2017 y 2019 el canal obtuvo 46,3 millones de bolivianos “pese a su escaso rating e influencia. Su línea editorial era marcadamente favorable al gobierno de Morales y exautoridades del gobierno del MAS fueron ejecutivos de ese canal”, manifestó la entonces ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga.

Un canal, dos fundaciones

En junio de  2012, el entonces presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad realizó  una visita fugaz su homólogo boliviano, Evo Morales, para revisar los programas de cooperación mutua y tomar otras “buenas decisiones” que beneficiarán a los dos pueblos. Meses después, el Gobierno iraní envió a Morales equipos valuados en tres millones de dólares para instalar un canal de televisión.

 “Cuando Mahmud Ahmadineyad, el presidente de Irán entre 2007 y 2013, le envió los equipos a Evo Morales, en la Aduana nunca figuraron como una donación de Estado a Estado. Los iraníes entregaron todo a espaldas de su pueblo, como quien firma el cheque de cumpleaños de un amigo personal” sostuvo el portal la H Parlante.

Abya Yala Televisión se instaló en una casona de Obrajes. Inicialmente dependía de la  Fundación JEMA (Juan Evo Morales Ayma) y estuvo encabezada por  la exdelegada presidencial en Cochabamba, Katia Gumucio, y la ejecutiva María Rosa Gutiérrez, una de las pocas que aún permanece.

La relación entre las cabezas de la gerencia era “tensa”, según recuerdan los primeros reclutados para trabajar en el canal. Cuando llegaron, los equipos estaban configurados en  idioma farsi y había todo por hacer. 

Abya Yala realizó su primera emisión de prueba en octubre de 2012 bajando la señal satelital de Telesur. En 2013 mantuvo una programación que integró materiales de las televisoras Hispan Tv, Telesur y Russia Today. En noviembre de ese año incorporó a su programación informativos de producción propia y otros formatos. Pasaron por sus pantallas personajes como Andrés Salari,  que realizó el documental El cártel de la mentira años después;  Julio Peñaloza, esposo de la entonces diputada del MAS Susana Rivero. Además de Julio César Mejías corresponsal de Prensa Latina o  Julieta Paredes, entre otros.

En 2015 Katia Gumucio dejó el canal y asumió la gerencia la exministra de Comunicación   Amanda Dávila. Para entonces, el nombre de la fundación del canal había cambiado de JEMA a Abya Yala.

El personal del canal se incrementó, llegando a tener medio centenar de trabajadores, entre ellos Gabriela Alcón que era corresponsal en Cochabamba. También subió la pauta publicitaria que recibía del Gobierno.

Dávila dejó la gerencia del canal en 2016 y ocupó su lugar el exministro de Culturas Pablo Groux, mientras que Julio Peñaloza asumió la dirección de contenidos del medio.

La línea noticiosa del canal fue girando gradualmente, según extrabajadores. El punto de inflexión fue el referendo de 2016. Después de los resultados de esa consulta hubo cada vez más voces oficialistas y menos opositoras.

En 2017, Groux dejó la gerencia de Abya Yala y asuminó el cargo la exviceministra de Políticas Comunicacionales Claudia Espinoza. “En esa gestión comenzaron los problemas administrativos”, comenta Rosario Aquim.

Espinoza estuvo en la gerencia de Abya Yala hasta 2019. Luego vino la renuncia de Evo Morales a la presidencia y llegó la pandemia a Bolivia.

Autoridades del gobierno transitorio denunciaron que Abya Yala se benefició con millonarios contratos estatales durante la gestión del MAS. “¿Dónde está ese dinero? Ni siquiera estaba registrado en la ATT y dejaron que funcione. Hay responsabilidad inclusive de las exautoridades  del gobierno de  Morales. Hay responsabilidades porque así manejaron nuestros recursos  las instituciones”, declaró en una entrevista con Bolivia Tv, en diciembre de 2019, la entonces ministra de Comunicación Roxana Lizárraga.

Entonces comenzaron las protestas de los trabajadores del canal por pagos de sueldos y beneficios sociales y  Rosario Aquim asumió la gerencia del canal. 

La comunicadora riberalteña explica que asumió el reto, aún sabiendo la difícil situación, porque se lo pidió Amada Dávila. “Para mí la amistad es sagrada y si una amiga me hace un pedido, lo hago”, comenta.

“Asumí un canal con muchos problemas económicos que tuvo que soportar no sólo la cuarentena y la crisis que acarreó la pandemia, sino el bloqueo y la persecución del gobierno transitorio”, asegura la última gerenta.

En 2020, hubo protestas del personal de Abya Yala, en las que participó la gerencia. Su demanda por acceso a la publicidad estatal llegó a la Defensoría del Pueblo, que estableció, tras una investigación, que el canal no accedía a contratos estatales porque no cumplía con el requisito de no tener deudas con su personal.

Tras años de bonanza, el futuro  del canal es incierto y depende  de su reestructuración. 

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