EL CALVARIO POR CONSEGUIR LA VACUNA JANSSEN EN LA PAZ PARA IR A EUROPA
En Ovejuyo se presentaron incidentes este jueves porque exigen hasta el aval de la junta de vecinos para colocar la vacuna.
Los becarios y otras personas que deben viajar a Europa en las próximas semanas han pasado en las últimas horas un calvario en municipios aledaños a La Paz en los escasos puntos de vacunación que tenían la vacuna Janssen, donde hubo griteríos e incidentes porque mucha gente hizo filas desde la madrugada por su vacunación sin poder acceder a la misma debido a unas condiciones rocambolescas solicitadas por encargo de juntas vecinales o autoridades distritales.
Esa es la única vacuna que está a disposición de los paceños necesitados de viajar a la Unión Europea, que aplica una especie de “pasaporte sanitario” obligando a los viajeros a estar vacunados con Janssen, AstraZeneca, Pfizer o Moderna y no reconoce a la rusa Sputnik V, ni la china Sinopharm, que son las comunes en Bolivia.
A Bolivia llegó hace poco más de un millón de las vacunas Janssen que es unidosis y comenzó a repartirse en el área rural y en zonas periurbanas, de la AstraZeneca y Pfizer hay muy pocas segundas dosis y la Moderna nunca se importó.
En el centro de salud Santa Rosa de Lima de Ovejuyo de la jurisdicción de Palca, en el área metropolitana de La Paz, este jueves hubo incidentes cuando las enfermeras y médicas cerraron las puertas del puesto alegando que tenían muy pocas vacunas, pero mucha gente se arremolinó para entrar en medio de reclamos contra una supuesta discriminación.
Eso se produjo minutos después de que las enfermeras comenzaran a exigir facturas de luz a las personas para probar que eran residentes del lugar, que las mismas estén firmadas por el dueño de casa, que la gente traiga su contrato de inquilinato, o un aval de la junta de vecinos porque todos, decían, debían ser conocidos del lugar.
Hubo una mujer que con desesperación explicaba que fue a pedir el aval del dirigente vecinal, pero no pudo hablar porque él estaba en la ducha y, al mismo tiempo, ofrecía mostrar su contrato en el celular, además del certificado de matrimonio, ya que su esposo fue vacunado un día antes con la Janssen sin tanto problema.
Otra mujer y un joven explicaban a voz en cuello que debían viajar a Europa por distintos motivos y les urgía la vacuna para poder ingresar a Alemania o Francia, pero la respuesta fue que ese puesto no era para esos casos y que debían reclamar al alcalde de Palca, que nadie conocía.
Las enfermeras alegaron que el martes hubo gente del barrio que cobraba por prestar facturas para fotocopias por lo que revisaban si la dirección de la cédula de identidad era similar al de la factura, o si coincidían los apellidos de dueños e inquilinos causando debates inverosímiles, mientras unos se colaban al recinto aprovechando el caos.
Solo un hombre que llegó tarde defendía que era natural del barrio y merecía preferencia, aunque tampoco se le hacía caso, en medio de otras decenas que mostraban facturas de luz y reclamaban su derecho a vacunarse citando la Constitución, los derechos universales y que las vacunas Janssen donadas por ONU por el mecanismo Covax no se les podían vetar.
En Viacha, donde primero se comenzó a vacunar con la Janssen provocando igual que gente de La Paz se traslade hasta el lugar, también se reportaron incidentes y que las condiciones de acceso era la factura de luz, el certificado de sufragio electoral y el pago de las fotocopias.
Desde el Sedes de La Paz trascendió que las vacunas Janssen se guardaron hasta que los puestos de vacunación en La Hoyada terminen las Sputnik V y Sinopharm, pero anunciaron que ya estarán disponibles en algunos puestos desde el sábado y en todos, a partir del lunes.
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