MISAS VIRTUALES EN TARIJA: LA FE EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Ya pasó un año y dos meses desde que el virus llegó la capital tarijeña, implicando nada más y nada menos que a un religioso, quien se constituyó en el “caso cero” del departamento y hoy es uno de los pacientes recuperados tras una dura lucha contra la Covid-19.
Las cosas han cambiado rotundamente, ya no se puede salir sin barbijo u olvidarse el “botecito” de alcohol para desinfección, todos los micros y autos tienen mamparas, ya no existen grandes eventos culturales, deportivos, fiestas sociales (al menos no las autorizadas por ley), las clases y reuniones se las realizan por Zoom u otras plataformas virtuales y hasta el ámbito religioso tuvo que abocarse a ello, pues las misas, ahora, también son virtuales.
La gente tuvo que adecuarse a la nueva realidad, que también implica un cambio en sus tradiciones religiosas. Aunque fue difícil para muchos, así lo hicieron y ahora los templos y capillas están vacíos.
“Aunque con el dolor del alma, porque es una capilla y las misas deberían hacerse acá, pero no podemos permitir el contagio a quienes están presentes en la misa y peor a nuestros compañeros de trabajo. Por eso se decidió suspender todas las mismas y que sean virtuales. Mucha gente es lo que está haciendo, está de acuerdo y respeta”, indicó el administrador del Cementerio General, Ariel Zamora.
En el campo santo de Tarija las medidas de seguridad se incrementaron, toda vez que se busca evitar mayores contagios de la gente que llega al lugar y de los mismos trabajadores, tanto del cementerio como del crematorio.
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